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lunes, 19 de agosto de 2013

mokaná

REPÚBLICA DE COLOMBIA
DEPARTAMENTO DEL ATLANTICO
ESCUDO D_0
TERRITORIO DE TUBARÁ
CARACOL MARINO TOTEM DE LOS INDIGENAS MOKANÁ
CONSEJO DE AUTORIDADES TRADICIONALES INDIGENAS MOKANÁ DEL RESGUARDO COLONIAL DE TUBARÁ DEPARTAMENTO DEL ATLANTICO, AFILIADO A LA ORGANIZACIÓN NACIONAL INDIGENA DE COLOMBIA O.N.I.C. SEGÚN RESOLUCION No.002 DEL 1º. DE JULIO DEL 2000. Y TRAMITE EN EL MINISTERIO DEL INTERIOR (ASUNTOS INDIGENAS)

LEY 89 DE 1890; DECT. 2164 DE 1995.
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TUBARÁ RESGUARDO DE INDÍGENAS MOKANÁ DEL DEPARTAMENTO DEL ATLÁNTICO
“ENCOMIENDA MAYOR DE TIERRADENTRO”

ANTECEDENTE HISTORÍCO – JURÍDICO Y JUSTIFICACIÓN DEL RESGUARDO DE INDIGENAS DE TUBARÁ
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PROPUESTA Y JUSTIFICACION PARA EL REALINDERAMIENTO Y RATIFICACIÓN DEL “RESGUARDO DE INDIGENAS DE TUBARA”,  TERRITORIO ANCESTRAL MOKANÁ DE ORIGEN COLONIAL.

Los Indígenas Mokaná tradicionalmente hemos ocupado los territorios antes y después de la invasión española, siempre consideramos que cada Clan que existe sobre la madre tierra, se le asigno desde un principio un territorio propio, usos y costumbres y una lengua que nos diferenciaba, nuestra Cosmovisión siempre está dirigido a la Madre tierra, Madre naturaleza o Madre pensamiento, como esencia de toda la creación, el centro del mundo Mokaná aún está en KAMAASHJORHÚ, Centro Sagrado y Ceremonial donde el Gran Espíritu unió el Agua, el Aire y la Tierra, para crear al hombre Mokaná y entregarle el Fuego como elemento Sagrado de la creación. Ahí está la Piedra Sagrada o Piedra de la Ley Mayor, refleja la Divinidad de la Naturaleza o pensamiento Creador de nuestro Dios HÚ, que ha de seguir de generación en generación. El pensamiento Mítico Mokaná comunica la existencia a través de las Deidades relacionadas con el espíritu Creador de la Naturaleza, la fecundación de la especie y los ritos de la fertilidad como dinámica de la creación: Vida – Muerte – Vida expresado en el Rito de la Iniciación, el proceso revitalizador de su conciencia y Espiritualidad. 

En el ser Mokaná impera un animismo manifiesto en nuestras Creencias de que todas las cosas tienen existencia vital; igualmente un pensamiento totemista centrado en la existencia primigenia a través del nacimiento de un animal o planta.

Piedra Pintá como comúnmente la llama la Comunidad mayoritaria, no es otra cosa que un libro sagrado tallado en piedra arenisca del terciario o Arte rupestre Mokaná en donde los Ideogramas en bajo relieve zoomorfos y antropomorfos, que representan el mito del Dios HÚ o Divinidad de la naturaleza, está localizada en la parte superior derecha de la piedra. Es antropomorfa relacionada con el cultivo de la yuca y el maíz. Divinidad a quien ofrendaban nuestros Ancestros por las bondades que brindaban la naturaleza a la Comunidad Mokaná.
El Centro del Mundo Mokaná conocido como KAMAASJORHÚ, es donde mora el Espíritu Sagrado del gran DÍOS HÚ, en nuestra  Cosmogonía Mokaná es considerado como la triada: Cielo – Tierra – Infierno o mundo de las tinieblas, lo consideramos lugar sagrado porque allí comenzó la Vida, nuestro Mundo, el Árbol vital como momento histórico de la Creación  Indígena.
Actualmente para llegar al sitio Sagrado de Iniciación no es fácil, su camino es difícil y accidentado; representa la dificultad de encontrarse asimismo con la identidad del ser, con el yo  o conciencia interna. La ruta para llegar a la Piedra es tortuosa porque significa el paso de lo mundano a lo Sagrado. El camino que conduce al Rupestre Mokaná es quebrado y rocoso, su ascenso y descenso, implica una consagración de la vida material a la vida espiritual, de la conciencia externa a la conciencia interna, se conciben los elementos opuestos de la naturaleza del hombre asociando vida material opuesta a la muerte o vida celestial como la transgresión de lo humano a lo Divino.

Nuestros Antepasados Ancestros debieron experimentar una sensación de peligro al ascender el manto rocoso de Morro Hermoso hasta llegar a KAMAASHJORHÚ, pero valía la pena el sacrificio porque significaba una consagración en busca de una nueva vida tanto material como espiritual, afirmando nuestra creencia que en ese lugar siempre se repite el momento de la Creación de nuestro Mundo, mitificando siempre la Divinidad de nuestro Gran creador Dios HÚ, el Tiempo, el Espacio y la Vida.

Nuestros Rituales o pagamentos los realizamos en ese lugar, más alto para nuestro mundo en tiempo Sagrado; momento originado por una deidad, es decir, que en KAMAASHJORHÚ se originó el Ritual primigenio por el espíritu de HÚ o Creador del <Mundo para los Mokaná>. Seguiremos en la lucha por la recuperación de nuestros territorios. Ese es nuestro Mundo! – Nuestra Creencia! y Pervivencia que seguirá de Generación en Generación y seguiremos buscando el equilibrio y pervivencia de la Humanidad como principio Ancestral de vida colectiva dentro del Orden y la Ley Mayor de Origen.


IMPORTANCIA ARUQEOLOGICA DEL REPUESTRE MOKANA
(Cosmogónica  elementos míticos)
Los ideogramas del rupestre Mokaná simbolizan aspectos cotidianos del hombre  su tribu, en él nuestros ancestros plasmaron escenas antropológicas, soteriológicas y cosmogónicas indicando su ubicación geoastronómicas entre el macro y microcosmos.
El Mokaná al hacer uso del mensaje simbólico comunica sus pensamientos  producto de la experiencia con el medio circundante, llevándolo a comprender  su importancia como ser de la naturaleza en el cosmos;  manifestando aspectos de su vida material y espiritual que incidieron en la conciencia comunitaria de la tribu.
La simbología Mokaná expresa una comunicación espacio-temporal relacionada con la naturaleza y sus vidas. En el primero facilita la forma de ordenar su realidad dentro del microcosmos.
El segundo permitió comprender la existencia humana (antropocéntrica) en los ritos de iniciación, y el culto a sus deidades.
Los ideogramas están relacionados con elementos de la naturaleza: cielo, sol, luna, fuego, fenómenos meteorológicos, tierra, y el mismo hombre mokana; es decir, vinculados al cosmo-naturaleza-hombre a trabes del cual se manifiesta la vida humana, sus vivencias y ubicación en el microcosmos.
Los pueblos primitivos creyeron que el sitio sagrado donde se realizaban ritos de iniciación era el centro del mundo. En la concepción del mundo aborigen “el centro del mundo puede ser una montaña, o laguna...para los inca fue el Cuzco, para los Muiscas la laguna de Guatavita, para los kogi la laguna Naboda, y para los Mokaná, el centro del mundo es el cerro punta Morro hermoso (arroyo de camassjorhú) donde mora el espíritu sagrado de Hú” en IPÁ-PURASHI. (Piedra sagrada)
En su cosmogonía lo interpretaron como la triada: cielo,-tierra,-infierno o mundo de las tinieblas. “la pictografía (pintura sobre piedra) y los petroglifos (piedras grabadas en Bajo relieve cumplieron un papel imprescindible en la comunicación aborigen, Era una manera de graficar acontecimientos para rememorarlos, trasmitirlos al futuro. Las imágenes pintadas o grabadas adquirieron un carácter simbólico ligados a las condiciones del medio ambiente, la religión  y sociedad”.
Los ideogramas no fueron tallados como arte o expresionismo recreativo; sus representaciones naturistas  geométricas fueron talladas con una connotación mítica-mágico-religiosa en su mensaje. Tienen un sentido antropológico, e histórico que responde como en el caso Mokaná a las necesidades socioeconómicas de la tribu que basaron su cotidianidad laboral en la pesca, caza y en la incipiente agricultura precolombina.
Los ideogramas del rupestre Mokaná expresan un mensaje sagrado, ritual y cultural de la organización social de nuestra tribu. Tiene un carácter simbólico relacionado con la vida material y espiritual.
Como tribu primitiva precolombina plasmaron en la piedra actividades socioeconómicas de la cual dependía su subsistencia cotidiana incluida la ceremonial. El conjunto de ideogramas representa en su totalidad una interpretación del mundo en forma abstracta, “indicando que habían superado culturalmente la fase de recolección de frutos y raíces silvestres, encontrándose en la etapa o modo de vida de la racionalidad agrícola”.
Nuestros ancestros Mokaná tallaron en la piedra acontecimientos transcendentales e importantes de la espiritualidad y cotidianidad para preservarlos a la posterioridad.
Los elementos como símbolos mitificados pueden tener una relación total o parcial con el significado, captándose la presencia de lo sagrado en los rituales y culto a las divinidades, lo que constituye un lenguaje religioso.

Piedra pintá como se conoce popularmente en la región del Morro, por su contenido tiene valor arqueológico, antropológico, cognoscitivo, turístico e histórico para Colombia que amerita su atención y conservación, aunque al final del siglo XX perdure en el tiempo amenazada por empresas cementeras y olvidada, desconocida por instituciones defensoras de monumentos arqueológicos; de espalda a su valor y significado mitológico, ignorando su carácter sagrado, patrimonial y manera de pensar e interactuar frente a la naturaleza para conservar su equilibrio y medio ambiente ecológico.

Los Mokaná hemos consideraron sagrado a camassjorhú porque allí comenzó la vida, el mundo, el árbol vital y el momento histórico de la creación.
“la forma de llegar al sitio sagrado de iniciación no es fácil, su camino es difícil y accidentado; representa la dificultad de encontrase asimismo con la identidad de ser (con su yo o conciencia interna). La ruta es tortuosa porque significa el paso de lo mundano  a lo sagrado, de lo cotidiano al mejor ejemplo de lo sagrado”. Ciertamente el camino que conduce al rupestre Mokaná es quebrado, rocoso su ascenso y descenso.
Implican una consagración de la vida material a la espiritual, de la conciencia externa a la interna. Nuestros ancestros concebían los elementos opuestos de la naturaleza del hombre asociando vida material opuesta a la muerte o vida celestial como la transgresión de lo humano a lo divino.
Nuestros mayores indígenas mokaná debieron experimentar una sensación de peligro al ascender al campo rocoso de morro hermoso hasta llegar a camassjorhú, pero valía la pena el sacrificio porque significaba una consagración en busca de una nueva vida tanto material como espiritual, creyendo que en camassjorhú se repetía el momento de la creación del mundo.
Convencidos del lugar sagrado creían que lo existente en el entorno era creado por la divinidad de Hú, mitificando el tiempo-espacio-vida. Veían en el rito de iniciación la repetición del origen del cosmos  de la vida.
“El ritual es realizando en sitio sagrado de camassjorhú, lugar más alto para nuestro mundo, en un tiempo sagrado; momento originado para la deidad,” es decir, en camassjorhú se originó el ritual primigenio por el espíritu de HÚ o creador del mundo para los Mokaná.
En el rupestre Mokaná se puede interpretar aspectos fundamentales de la organización social primitiva relacionados con actividades y ceremonias rituales como pagamento al espíritu ancestral de la tribu.
Es indispensable comprender el significado de los ideogramas del rupestre Mokaná para misionar retrospectivamente la organización social de los clanes totémicos, norma social inherente en la tribu Mokaná-Arawak de Tubará.

CLANES TOTEMICOS EN EL RUPESTRE MOKANA


El tótem es símbolo de expresión de parentesco entre miembros de un determinado grupo étnico relacionado fantásticamente con un animal, planta o elemento de la naturaleza que sirve de fundamento cosmogónico a la existencia del grupo e indica un proceso religioso.
La idea del tótem dio origen con el tiempo al culto relacionado con animal, planta o fenómenos naturales incidiendo en la vida del hombre primitivo.
“la tripartición fundamental son clanes de agua, tierra y aire”, en el caso de la sociedad primitiva Mokana se observan en los rupestres ideogramas relacionados con los clanes de agua, tierra y aire, cada animal totémico corresponde a un clan; hasta el presente se identifican los siguientes:

CLANES DE AGUA


Se observan los clanes “Garza blanca de oropapía, patos de cornapacoa, pez de Galapa, tortuga marina de Malambo y el caracol de mar de Tubará.

 

CLANES DE AIRE


Cataneja de Yaguaro, Alcaraván de Piojo, cigarra de Wacaripana.

 

CLANES DE TIERRA


Culebra de Usiacurí, Puerco Espín de Sipacoa, Venado de Irramapana, Oso Hormiguero de Baranoa.
Se observan en el rupestre Mokaná otros ideogramas zoomorfos sin clasificar, sus clanes como saltamontes, murciélago, hormiga, conejo.....
Desde el punto de vista social los ideogramas responden a una codificación de la organización social Arawak a la cual pertenecían étnicamente los Mokaná. Hay ideogramas zoomorfos, antropomorfos y asociaciones lineales de un abstraccionismo geométrico.
Otros ideogramas simbolizaron: el equilibrio comunitario, sus danzas rituales, laborias y ceremoniales, el sentido de orientación y delimitación de su territorio.
Los ideogramas antropomórficos responden a representaciones míticas e identidad étnica del indígena Mokaná. La representación del indio sin pluma está relacionada con el nombre de la tribu, e indica la identidad cultural del hombre y su comunidad de no adornarse con plumas para distinguirse de otras tribus circunvecinas distintas a su etnia.
Desde el punto de vista geoastranomico se observa un ideograma indicando la orientación y delimitación de su espacio geográfico, comunicando su pensamiento de lo opuesto en el conocimiento relacionado entre la sociedad primitiva y la naturaleza.
El Mokaná con su experiencia cognoscitiva y sensorial aprendida del medio natural, comprendió el sentido de lo opuesto en la naturaleza y lo aplico a la sociedad.

El ideograma está formado por dos semicírculos, dos líneas horizontales, unas más largas que la otra, una vertical que parte de la línea superior y atraviesa los semicírculos por el centro. Los semicírculos indican lo lados derecho e izquierdo de su territorio. la línea horizontal señala los limites arriba-abajo del territorio relacionado con el mar Caribe (pará en su lengua)el río Magdalena.
El ideograma puede asociarse con los puntos cardinales, sur, este, u oeste, que para ellos eran: arriba, abajo, derecho e izquierda.
La línea vertical indica el etnocentrismo de la tribu o el centro del mundo en vivieron los Mokana.
El ideograma de círculo en espiral representa un sol al cual rendían culto los Mokana e indica el depositario de sus mitos, y el tiempo espacio infinito concebido en su cosmogonía.
“Las representaciones geométricas grabadas por los Mokaná expresan ideas abstractas de su pensar relacionado con la realidad”; es decir, grabaron la memoria cultural de su comunidad con un sentido sagrado, el origen de su tribu, su visión del mundo  los acontecimientos considerados sagrados.
Los ideogramas zoomorfos y antropomorfos indican la presencia de clanes totémicos de la tribu ante su deidad creadora.
PENSAMIENTO MITOLOGICO MOKANÁ.

El mito es el primer atisbo del pensar y comunicación primitiva en la conciencia del hombre como conocimiento ingenuo o fantástico de ver la realidad natural, con su imaginación creó una serie de deidades dándole forma corpórea viviente para explicarse el origen de las osas y de sí mismo.
“Los mitos relatan no solo el origen del mundo, los animales, plantas y hombre sino acontecimientos primordiales de los cuales el hombre ha llegado a ser lo que es hoy. Si el mundo y el hombre existen es porque los seres sobrenaturales desplazaron una actitud creadora en los comienzos”.
Con su limitado conocimiento de los fenómenos naturales  razón de la existencia humana crearon deidades mitos a quienes rindieron culto, sacrificios y mitificaron elementos de la naturaleza como el sol, la luna, viento, lluvia  otras fuerzas naturales que conforman la base de la mitología precolombina.
El pensamiento indígena Colombiano “es por esencia mitológico. En algunos pueblos de cultura superior como la Maya, Inca, Chicha (Tairona también), desarrollaron sistemas religiosos estructurados para explicar el origen del hombre  de las cosas, las causas de fenómenos naturales”.
El pensamiento Mokaná fue sin duda mitológico, plasmado en dos ideogramas, el sentido sagrado de sus deidades. El Mokana al rendir culto a su espíritu ancestral (Dios primigenio) represento en el petroglifo el animal totémico con el que se identifico el clan al cual pertenecía.
En Colombia “todas las culturas primitivas y antiguas fueron totemistas y adquirían características de religión alrededor de ellas se desenvolvía su vida social y espiritual”.
Nuestros indígenas creyeron en la inmortalidad del alma, del mismo modo los Mokaná creían en una divinidad o espíritu de sus antepasados a quienes veneraron, creencia que contribuyo a mitificar el origen de la creación de sus clanes  mediante el poder de un ser inteligible superior de la naturaleza que llamaron en su lengua Arawak: HÚ o espíritu creador.
La divinidad de la tribu al ser considerado espíritu de la naturaleza, era el creador de los opuestos, categoría cultural existente en la organización social de sus clanes.
El mito que origino los clanes debió ser demasiado importante para los Mokaná y posiblemente formo parte de la historia sagrada de su comunidad. El mito principal representa el cultivo de yuca y maíz relacionado con la cosmología y su influencia ancestral (sol y luna).

Los dos ideogramas antropomorfos identifica la mitología Mokana que corresponde al mito de la creación y fecundación, mitos que evidencian la actividad de la agricultura precolombina Mokaná al momento del primer contacto indohispanico en su territorio para la primera década del siglo XVI.
MITO DE HU O DIVINIDAD DE LA NATURALEZA
El pensamiento mítico Mokaná comunicaba la existencia a través de sus deidades relacionadas con el espíritu creador de la naturaleza, la fecundación de la especie y los ritos de fertilidad como dinámica de la creación: nacimiento-muerte-nacimiento, expresando en el rito de iniciación el proceso revitalizador y regenerador de su conciencia y espiritualidad.
En la conciencia Mokaná imperaba un animismo manifiesto en sus creencias de que todas las cosas tenían existencia vital; igualmente un pensamiento totemista centrado en la existencia primigenia a través del nacimiento de un animal o planta.
Puede deducirse la práctica mágica-religiosa de un chamanismo Mokaná ejercido aun durante la colonia, como describió el cura doctrinero Luis Beltrán cuando evangelizo a las comunidades de Cipacoa, Tubará, Paluato, Yaguaro y otras entre 1562 a 1565 (segunda mitad del siglo XVI).

El ideograma que representa el mito de Hu o divinidad de la naturaleza está localizado en la parte superior derecha de la piedra. Es antropomorfo relacionado con el cultivo de yuca y maíz. Divinidad a quien ofrendaban por las bondades que brindaba la naturaleza a la comunidad.

Del cuerpo salen hacia arriba ramificaciones dando la idea de la forma como crece la yuca. Los dedos de la mano derecha están representados por ramificaciones y cubiertos por un ángulo, indicando la frondosidad de la planta. De su mano izquierda también termina ramificada, de la cabeza sale un tallo corto y grueso con una semilla de maíz a su lado representando a este vegetal e indicando la existencia de la divinidad del cultivo de yuca y maíz.

MITO DE LA FERTILIDAD O DIVINA FECUNDADORA

Es un mito secundario o deidad de la fertilidad, localizado al costado izquierdo del mito principal. Los Mokaná creyeron y creen percibir en esta divinidad los diversos aspectos de la vida, relacionando con la fecundación y fertilidad de la naturaleza.
El ideograma es antropomorfo que a diferencia del anterior carece de rostro, conserva el ángulo de la frondosidad vegetal con unas semillas debajo. de su parte inferior salen dos líneas rectas, una vertical y otra horizontal relacionadas con el pene, símbolo fecundador de las especies animales o divinidad de la fertilidad de la naturaleza.
De las extremidades inferiores salen hacia arriba sendas ramificaciones indicando el crecimiento de la planta de yuca. Tanto la yuca como el maíz fueron plantas mitificadas o sagradas de subsistencia para la vida cotidiana Mokaná.

SIGNIFICADO MITOLOGICO DE CAMASSJORHÚ

El rupestre Mokaná se localiza en el arrollo de camajorhú, lugar que aún conserva una vegetación de bosque seco tropical de aspecto sombrío, apacible  tranquilo donde se escuchan cánticos de aves silvestres en su hábitat natural y se percibe el fresco susurro del viento  libre de contaminación, el área no presenta tala de vegetación en su entorno.
La piedra geológicamente es una roca arenisca del terciario con incrustaciones de fósiles del mioceno inferior; la piedra esta inclinada en el antiguo suco del abrigo rocoso camassjorhú.
En tiempo prehispánico debió ser un arroyo con fuerte corriente  cristalina de agua que los Mokana llamaron en su lengua “KAMASSHJORHÚ” que significa “Es tranquila la esquina de Hú”.
Kamassh significa eterno, duradero o tranquilo. Jor significa rincón o esquina y Hú significa sagrado, divinidad.
Camassjorhú representa un lugar sagrado espiritualmente de veneración  de ceremonias rituales de iniciación. Era y es el centro del mundo para los Mokaná.
Lugar donde moraban los espíritus de las divinidades de sus antepasados; por tal razón lo consideran un lugar sagrado de paz, de tranquilidad  de meditación ancestral.
Los indios Taínos llamaron a su divinidad suprema “YUCAHU VAGUA MAROCOTI” relacionado con el cultivo de yuca.
La presencia del morfema Hu en la lengua que hablaron los Taínos como la hablada por los Mokana sin lugar a dudas está relacionada porque étnica  lingüísticamente era de origen Arawak.
El mito de HÚ en los Arawak como divinidad suprema era inmortal que descendía de una madre sin principio e invisible.
El rupestre Mokaná patrimonio arqueológico de Colombia, es testimonio olvidado y desconocido conservando la memoria cultural, mítica y socioeconómica de nuestros ancestros, legando su pensamiento mítico y el respeto por la conservación de su medio ambiente ecológico. Y hoy en la empresa de cementos del Caribe se interesa por la explotación del yacimiento  calizo que existe en el área donde se localiza el petroglifo precolombino Mokaná.


COMPRESION DE TERRITORIO EN LA  COSMOVISION  INDIGENA  MOKANÁ

Las comunidades indígenas de Colombia, igual que otras en el contexto latinoamericano tienen una comprensión de su territorio bajo un enfoque  desde su propia cosmovisión ancestral, producto de su herencia cosmogónica que por generación ha hecho  parte del patrimonio cultural que los identifica.

Para el caso de los Mokaná  del periodo prehispánico esta concepción del mundo de comprender el significado espiritual y sagrado de su territorio estuvo presente en su conciencia y acciones hacia la conservación y valoración de su territorio ancestral, como la tuvieron los Tairona, Chibchas  o Arawak en el pasado, o como la tienen en la actualidad los grupos étnicos indígenas que habitan la sierra nevada de santa marta, los actuales Wayúu, Emberas o los de la Amazonia Colombiana.

Para comprender el concepto o cosmovisión que se tiene de territorio hay que recurrir al mito ancestral; en ese sentido es válido afirmar que “el territorio tradicional  que ancestralmente pertenece al ámbito de sus actividades y que no requiere necesariamente de titulo escrito para gozar de protección jurídica.” (Pag 46 en Emberàs, Territorio y Biodiversidad, Hernández Camilo). Para el indígena Arhuaco, Rubiel Zalabata  especializado en lengua americana y étnolenguista de la Universidad de los Andes, considera el “territorio indígena como campo espiritual donde se construye el pensamiento y se dinamiza la cultura” (en Charla sobre la cosmogonía Arhuaca, Pueblo Bello julio 2.000), porque todo territorio ancestral  y la biodiversidad que hay en él  es sagrada, se relaciona con el conocimiento, se habita con respeto, considerándolo inalienable, no enajenable a la luz de la cultura civilizada, la tierra es madre porque da vida a humanos y a otros seres de la naturaleza, de ahí el alto sentido ecológico y ambiental que se tiene con los ecosistemas.

Este concepto o comprensión estuvo presente en el pensamiento indígena mokana de Tubará y no escapo a su conciencia y mentalidad, tanto en el periodo prehispánico colonial y aun perdura en consciente e imaginario de sus actuales descendientes contemporáneos que habitan aun parte de su territorio ancestral.

Desde la mirada antigua del territorio, éste parte de los mitos de origen que se convierten en orientadores de las vidas de los indígenas de acuerdo con el contexto histórico, social y económico en el que se desenvuelven.

Lo que siempre está presente es la vida de la gente, de los animales, de las plantas, de los árboles, de los ríos, montañas , todo lo que existe en el territorio tiene vida y se mueve en una dinámica permanente entre los diferentes mundos que manejan los pueblos indígenas” (Grupo semilla), entendido y comprendido como la madre tierra o madre naturaleza, el territorio o la tierra es sagrada para el espíritu y sentimiento del indígena tanto en el pasado como en los tiempos moderno y contemporáneos.

   HISTORIA DEL TERRITORIO MOKANÁ DE TUBARA.


En la evolución de territorio Mokaná que en la actualidad se asienta el municipio indígena de Tubará, las tierras de su entorno geográfico ambiental han pasado por unas transformaciones que históricamente tiene como punto de partida  varios momentos.



Un primer momento, cuando la Corona Española mediante una orden de Real Cedula, nuestro  territorio fue dado en encomienda al español  Pedro de Heredia en 1.543, durante el periodo inicial de la colonia en el Norte de tierradentro, (Hoy Tubará Departamento del Atlántico) en el Nuevo Reino de Granada.

El segundo momento en la delimitación de nuestro  territorio  u ordenamiento aconteció cuando fue erigido Resguardo de Indios mediante la ordenanza No 78 expedida por el Oidor visitador Juan de  Villabona Zubiaurre en 1.611, siglo XVII.

El tercer momento se corresponde al ser  erejido en Distrito Municipal mediante una Ley expedida por el Gobierno Provincial de Cartagena de Indias en el Estado Soberano de Bolívar el 7 de Junio de 1.833 siglo XIX.

El cuarto momento en su delimitación territorial lo enmarca la expedición de la ordenanza departamental No 86 de 1.961, expedida por la Asamblea del Departamento del Atlántico en la sexta década del siglo XX, donde se definen los límites con los municipios de Puerto Colombia y Baranoa.
Cabe reseñar que “el Virrey Manuel Antonio Flórez introduce la reorganización u ordenamiento político administrativo, crea el cargo de corregidor  y  juez mayor, suspende las capitanías asguerras que había creado el virrey Sebastián Eslava en Tierradentro, para ponerle  fin al desorden que reinaba por aquella época en la demografía del Partido de Tierradentro.”1            

El ordenamiento territorial incluía parroquias, agregaciones y parcialidades en el entorno geográfico espacial del Partido de Tierradentro que era uno de los cinco corregimientos que integraba la gobernación de Cartagena de Indias.

El territorio Indígena de Tubará en ese orden político administrativo pertenencia a los llamados pueblos de indios con el nombre de San Joseph de Tubará, tenía como agregaciones las parcialidades de Yaguaro y Cipacua.

Durante el siglo XIX el territorio de los indígenas Mokaná de Tubará experimenta constante modificaciones dentro del ordenamiento político administrativo las cuales reseñamos a continuación:

En 1.812 formó parte del Cantón de Barranquilla en calidad de agregación

En 1.824 integró el segundo Cantón de Barranquilla en calidad de parroquia.

Por medio de la ordenanza No 10 del 1º de octubre de 1.852 asume la categoría de nuevo Distrito en el segundo Cantón de Barranquilla.

Con el ordenamiento político administrativo de la Provincia en circuitos Tubará perteneció al primer circuito con capital Barranquilla por medio de la ordenanza No 11 del 27 de octubre de 1.856.

Un año después por ley 13 de noviembre de 1.857, la Asamblea  Constituyente del Estado Soberano de Bolívar dispuso dividir el territorio en cinco departamentos, Tubará es categorizado Distrito y perteneció a la provincia de  Sabanilla en calidad de Distrito Municipal.

Posteriormente en 1.859 Tubará pasó a conformar la territorialidad de Soledad en calidad de agregación mediante el decreto del 30 de julio de 1.859 expedida por la gobernación de Cartagena.

 Al año siguiente cuando el gobierno del Estado Soberano de Bolívar mediante la ley del 27 de enero de 1.860 divide el territorio en once provincias, la comunidad indígena de Tubará pasó a formar parte del Distrito agregado a Barranquilla, con tres concejales al crearse los cargos de gobernador, juez de Provincia, administrador de a Hacienda, notario público con circuito electoral

En 1.863 el Distrito de Tubará se le anexa el caserío de Boca de Caña, y las agregaciones de Ostión, Gavilán y Cibarco.

Seis años más tarde por ley del 1º de noviembre de 1.869 perdió el caserío de Boca de Caña, conservó las  agregaciones de Ostión y Cibarco.


En 1.872 el Distrito de Tubará solo conservó las agregaciones de Ostión y Gavilán, porque la ley 9 de mayo de 1.872 eliminó la agregación de Cibarco  para anexarla a Baranoa.
Dos años depuse la ley 44 de 1.876, Tubará tenía en calidad de agregación a Guaimaral, Corral de san Luís, Cipacua y Camassjorhú.

En 1.886; el Distrito de Tubará contaba con las comunidades de Juan de Acosta, Saco, Corral de San Luis, La Chorrera y Todofierro, expedida por el decreto 312 del 4 de diciembre de 1.886 por el gobernador de Bolívar

Al finalizar el siglo XIX el Distrito de Tubará solo conservó las agregaciones de Chorrera, Corral de San Luis, Gavilán, Juan de Acosta, Saco, Ostión, Todofierro; se anexó  Camassjorhú y perdió a Guaimaral; pero la ley 55 de 1.892 agregó un Distrito a la Provincia de Cartagena.

En esa secuencia de inestabilidad política administrativa durante el siglo XIX, el municipio indígena de Tubará conservó su territorialidad en su mayor parte, pero perdió parte de ella en el siglo XX.

La delimitación territorial de Tubará conserva aún parte de su antigua y colonial legado ancestral como lo reseña la escritura pública con tradición, expedida por la notaria primera de Barranquilla del 31 de diciembre de 1.886.

En el siglo XX define los límites actuales entre los municipios de Puerto Colombia Y Baranoa, mediante la ordenanza No 87 del 28 de diciembre de 1.961 emanada de la Asamblea Departamental del Atlántico.



DELIMITACION  ACTUAL DEL TERRITORIO MOKANA

La delimitación territorial permite establecer  cuál es la extensión del territorio y  linderos del Resguardo  de Tubará.


La historia de la delimitación parte de la época prehispánica con los primeros lugares poblados por nuestros ancestros indígenas, con un dominio territorial que al momento del primer contacto indo hispánico en el proceso de la conquista Herediana en el territorio mokaná se extendía hasta las actuales tierras de los municipios de Puerto Colombia, Galapa, Baranoa y Juan de Acosta.
Su espacio geográfico sufre varias transformaciones en el transcurso de su desarrollo histórico hasta su actual delimitación territorial  a principio del siglo XXI.

El Resguardo de Tubará tiene las siguientes delimitaciones. Al Norte limita con el mar Caribe; al Noreste  con los municipios de Puerto Colombia y Barranquilla; al Este limita con Juan de Acosta y Baranoa; al Sureste limita con el municipio de Galapa; al Oeste limita con el mar Caribe y al Suroeste con el municipio de Juan de Acosta.

El texto de la escritura pública No 1 del 31 de diciembre de 1.886, se deduce que Tubará en el contexto histórico a finales del siglo XIX era un poblado de indios.

¿Qué se infiere con referencia a los sitios que sirven para identificar la delimitación y linderos del Resguardo de Indígenas de Tubará?

En primera instancia los sitios que servían de marcación entre los terrenos de Tubará y los municipios colindantes eran propiedad privada de dueños o condueños, en la actualidad son propiedades de herederos descendientes de los primeros dueños, en otros casos los terrenos son de propiedad privada de personas naturales, pero mantienen desde el punto de vista de la legislación indígena su vigencia histórico-cultural ancestral, reconocido por la Constitución Nacional como ente territorial de origen indígena que data del régimen colonial.


¿Que permite deducir del manuscrito de la escritura pública con referencia a los diversos sitios reseñados como puntos de límites en los linderos?

Inicialmente se establece la limitación territorial del Resguardo. Desde el punto de vista geográfico ambiental señala el relieve, su geomorfología localización, extensión limítrofe con municipios circunvecinos, el cual describimos  siguiendo los puntos cardinales:


De Norte a Este la demarcación limítrofe parte de la desembocadura del arroyo caracol que tributa sus aguas en épocas de lluvias en el mar, formando limite con el municipio de Puerto Colombia , hasta el árbol de dividivi de la cruz del Carmen en el municipio de Galapa Atraviesa en su delimitación a loma Rizota al norte del municipio, loma Aguaviva en el suroeste de Puerto Colombia, toma la dirección oriental de la ciénaga El Salao que sirve de límite con el municipio de Barranquilla y Puerto Colombia, Galapa y Tubará.


De Este a Sur , la demarcación limítrofe parte del árbol de dividivi en los limites con el municipio de Galapa y atraviesa la carretera del algodón en el extremo Noreste del Resguardo ; al este del Parcialidad de Cuatro Bocas  atraviesa  el arroyo de Malemba el cual desemboca en la ciénaga Montañita  en el municipio de Galapa; mas al Sureste el Resguardo atraviesa el arroyo de San Luís , igual que el anterior desemboca en la ciénaga Montañita , en su travesía en línea recta toca la serranía de Guimaral, la Mojana, Santa Rosa, loma Santa Rosa; atraviesa el camino que une a Tubará con Cibarco y termina la demarcación en el árbol Bongo de la Quinta en las serranías del corregimiento de Cibarco. El arroyo San Juan sirve de límite entre estos dos Pueblos.


De Sur a Oeste, la delimitación se proyecta desde el sur por las estribaciones de la loma de Morotillo atravesando el camino que une a Tubará con Juan de Acosta; continua bordeando el arroyo de Piedras demarcando  límites entre el Resguardo de Tubará y el Municipio de Juan de Acosta, en su proyección  en línea recta atraviesa al arroyo de Juan de Acosta hasta el mar en la desembocadura del arroyo Todofierro en los limites con el corregimiento de Santa Verónica.



De Oeste al Norte, la demarcación sigue toda la costa del mar, partiendo de la desembocadura del arroyo Todofierro hasta la desembocadura del arroyo Caracol en los límites con el municipio de Puerto Colombia.2

CREACION DEL REGUARDO EN EL TERRITORIO MOKANA DE TUBARA
CONCEPTO DE RESGUARDO

El resguardo se define como " una institución legal y sociopolítica de carácter especial conformada por una o más comunidades indígenas que con título de propiedad colectiva goza de garantías de propiedad, poseen un territorio y se rigen para el manejo de éste y su vida interna por una organización autónoma amparada por el fuero indígena y su sistema normativo propio”3
Esta institución socioeconómica instituida por la Corona Española " en una Parcialidad de  Indígenas,
Seguramente una antigua tribu o clan, que tiene o alega un derecho colectivo de propiedad sobre la tierra en que vive con sujeción a yuxtapuestas normas de procedencia aborigen, colonial y republicana" 4
El resguardo es " una institución aborigen porque está constituido sobre la masa humana de la parcialidad, de la tribu y de los clanes" 5.
Lo anterior explica que los resguardos no podrán coexistir sino sobre la base preexistente del clan o la tribu sobre la tierra.
En consecuencia " la propiedad colectiva no significa siempre una explotación colectiva de la tierra. En el resguardo que lleva en su seno  supervivencia de la época gentilicia, existe en la mayoría de los casos una bifurcación ostensible entre la titulación jurídica y la situación técnica, porque al derecho colectivo de propiedad corresponde una explotación individual de la tierra" (p33)
En el caso particular del Resguardo de Tubará, existe solo representado en el cabildo con autonomía propia, pero no la propiedad colectiva de la tierra, sino como propiedad individual o familiar.
Sostiene Ost Cadequi  " los resguardos indígenas inicialmente se designaron con el nombre de reducciones, porque fue necesario reducirlos para que vivieran en poblaciones. Más tarde se les llamo corregimientos porque quedaron sometidos a la autoridad de un funcionario especial llamado corregidor de pueblos de indios".
Los resguardos son rezagos de las antiguas reducciones o corregimientos que lograron conservarse no obstante, la casi completa extinción de la raza indígena en la mayoría de las colonias españolas en América", lo cual  en ese sentido  “los resguardos de indios no excluyen al de Tubará que es de origen colonial o antiguo en Colombia.
CLASES DE RESGUADOS EN COLOMBIA.
Teniendo en cuanta las necesidades y el origen histórico, se clasifican en " resguardo colonial y republicano hasta 1.961, es decir, en resguardos antiguos y nuevos o posteriores a 1.961.
La génesis del resguardo de indígenas  de Tubará y demás comunidades donde se implementó esta institución socioeconómica son de origen colonial o antiguos, lo que indica que " la institución jurídica del resguardo de tierras se originó en el periodo colonial en Tierradentro (hoy Departamento del Atlántico) en la segunda mitad del siglo XVI hacia 1.568" 6
ELEMENTOS  BASICOS  DE  UN  RESGUARDO
La conformación geopolítica de los resguardos lo determinan "un territorio delimitado, un título de propiedad comunitaria registrado, una o varias comunidades que se identifiquen así mimo como indígenas, y una organización interna que rija sus propias pautas culturales.7
Lo anterior caracterizó al resguardo indígena de Tubará y los que existieron en el periodo colonial. Hoy el legado ancestral del territorio son propiedades privadas de particulares Tubareños o de condueños, de personas o familias en municipios como Baranoa, Galapa, Malambo y Usiacuri.
Conforme a lo dispuesto en el articulo 63 y 329 de la constitución Política tienen el "carácter de inalienables, imprescriptibles e inembargables", criterio valido para los resguardos antiguos o coloniales como el de Tubará, Galapa, Baranoa Malambo, Piojó y Usiacuri. Igualmente validos para los nuevos o constituidos por el INCORA (ley Agraria 135 de 1.961.
La argumentación "todos los aspectos de la política de protección para el gobierno de la población indígena quedaron plasmados en la institución del resguardo"8
 Por lo tanto los resguardos indígenas según la Ley 89 de noviembre de 1.890 tiene por finalidad esencial proteger y recuperar sus propiedades vernáculas. Su administración corresponde a los cabildos de las parcialidades indígenas (p 29).
Los propósitos y logros a largo plazo planificado por el cabildo indígena mayor de Tubará se manifiesta en el reconocimiento reciente otorgado por la ONIG, según RESOLUCIÓN No.002 DEL 1° DE JULIO DEL 2000 y del Ministerio del Interior, según Oficio de la DGAI No.2053 de 1.999.

ORIGEN JURIDICO DEL RESGUARDO EN EL TERRITORIO MOKANA
¿Cuál  fue el origen jurídico de las tierras del resguardo indígena de Tierradentro y cómo surgió el de Tubará?
Partiendo del argumento "los Resguardos no se explican sino sobre la preexistencia de una propiedad colectiva del clan o tribu sobre la tierra; la existencia de la propiedad comunal entre los indios "9.
Se deduce que la organización de la colonia implica según Guillermo Hernández Rodríguez un orden jurídico en todo el ámbito del derecho público y privado y particularmente las tierras ancestrales.
Con ese criterio, la Corona española " hizo adjudicaciones de tierra a los indios a través de donaciones, repartimientos, composiciones y compras"(Hernández Pág. 30).
En el caso del Resguardo de Tubará, la creación se remonta a mediados de la tercera década del siglo XVI cuando en el Nuevo Reino de Granada se crearon los resguardos en todos los territorios de las gobernaciones.
El resguardo de Tubará, igual a los de Baranoa, Malambo, Galapa, Usiacuri o Paluato surgió en la encomienda en el antiguo partido de Tierradentro con carácter social y comunal para trabajar la tierra.
La creación u otorgamiento de las tierras para el resguardo de indios de Tubará debió presentarse algún grado de dificultad para ubicar las tierras resguardadas, porque no toda la tierra ancestral estaba cultivada por los indígenas mokaná de Tubará con anterioridad a la presencia de la autoridad y legislación española en el proceso de colonización en  Tierradentro.
Para especificar cuáles debían ser las tierras de prioridad de los indios y cuales las otorgadas a españoles las autoridades encargaban de esta función debían resolver oportunamente y sin perjuicio para los indígenas mokaná de Tubará y de las otras comunidades.
Nuestros ancestros del periodo inicial de la colonización desconocían el sistema de alinderamiento o amojonamiento para definir la extensión de sus tierras, todas las consideraban heredadas y sin fronteras, legadas de generaciones  pasadas, sostiene la historiadora Margarita González, criterio que no escapó a la comunidad indígena mokaná de Tubará, Baranoa, Galapa, Malabo, Usicacurí, Cipacua, Yaguaro o Paluato para la creación del resguardo.
Como era indispensable tanto para españoles como para las comunidades indígenas poseer un título de propiedad que sirviera de amparo a sus predios; la legislación española estableció no solo para Tubará, sino otras comunidades tres tipos de propiedades o tierras dentro del resguardo:

La “tierra para los indígenas o parcelas familiares, la tierra para particulares o colonos y la tierras para la Corona o tierras comunales”.
Bajo estos parámetros fueron otorgadas por medio de títulos que tenían la especificidad de no ser un bien comercial, las tierras del resguardo; tenían un significado diferente a la propiedad particular, es decir, las tierras resguardadas quedaron prohibidas para ser “arrendadas o vendidas por los indígenas y fueron asignadas para la explotación agrícola”, de ellas derivaban el sustento familiar y para el tributo.
El procedimiento jurídico para la organización del resguardo de indígena de Tubará fue el mismo que se aplico a la creación de todos los resguardos en Tierradentro siguiendo la siguiente formalidad:
1º. La práctica de una visita por el Oidor (funcionario al servicio de Nuevo reino de Granada), donde elaboraba un listado o padrón de la población indígena, incluyendo la tributación o tasación que debían donar los indígenas en este caso al encomendero residenciado en Cartagena de Indias
2º.  Se hacía  especie de un trabajo de campo donde se observaba toda la extensión territorial de la encomienda ocupada por los indígenas Tubareños para verificar la clase de sembrados que se cultivaba en la encomienda en la segunda mitad del siglo XVI.
3º. Recorrido por los linderos naturales de las tierras indígenas que decían ser suyas de tiempos inmemorables y que había heredado de sus antepasados precolombinos mokaná. Los funcionarios delegados para tal fin realizaban el trabajo de campo etnográfico para avalar la delimitación territorial.
4º. El Oidor en compañía del escribano, el cacique de la parcialidad de Tubará e indígenas delegados por él y  vecinos libres informaban durante el recorrido, detalles del modo de vida de la comunidad indígena de la encomienda y la extensión territorial.
5º. Terminado el peritaje dejaban al cacique copia de la visita, especie de  titulo territorial.
Finalmente establecían en la encomienda el amojonamiento de las tierras que habían sido delimitadas para el resguardo indígena; de esa manera surgió dentro de la misma figura socioeconómica de la encomienda, una nueva, la del resguardo.

ORGANIZACIÓN DE LAS TIERRAS DEL RESGUARDO INDIGENA DE TUBARA

De acuerdo con la formalidad debió estar conformada por tierras para las parcelas de cada familia indígena de Tubará, por tierras extensas para la explotación colectiva  o comunal de cultivos para el pago del tributo al encomendero y por tierras de pastos comunales destinadas para el criadero de ganado como los hatos que tuvo el encomendero Álvaro De Mendoza en Tubará.
Compartimos las deducciones del profesor José A. Blanco cuando afirma “en la encomienda existía un centro de dirección espiritual - administrativa en la iglesia doctrinara del resguardo de Tubara”, es decir, existió un funcionario encargado de recolectar el producto agrícola y tasar el Tributo en poder del indígena mayordomo.
En Tubará aun se conserva parte del muro de la ermita o capilla doctrinara  construida por orden del fraile dominico Luís Beltrán y está localizada dentro del cementerio municipal.*
No hay duda las encomiendas de Tierradentro “fueron agrícolas y requerían una extensión territorial para sembrar el producto con el cual satisfacer los indios su tributo” 10
Se deduce que en la encomienda de Tubará existían tierras para la siembra del tributo y subsistencia de la comunidad indígena, comprobada en las visitas de Oidores como la de Don Diego Narváez practicada en 1.574 para rebajar la tasa del tributo, y la de Don Antonio González practicada en 1.589 para rebajar la tasa de los indígenas tributarios en la encomienda de Tubará.
Los anterior significa que “coexistían en la encomienda tierras resguardadas considerándose como la institución socioeconómica del resguardo indígena de Tubará en el régimen de la encomienda” 11
Se convalida el planteamiento con la cita de José A Blanco al señalar que el Oidor visitador Juan de Villabona Zubiaure redacto en 1.611 las ordenanzas 77 y 78, esta última da testimonio “con dichas
rozas , labranzas, crianzas y comunidades queden resguardadas todos los naturales en todas las tierras ocluidas en dicha legua, medida como dicho es, y en las demás que por tiempo hubieren menester, adelante siendo  forzoso aunque sea fuera del dicho resguardo, porque en todas han de ser preferidos los indios sin que los dueños de las dichas estancias se los estorben ni impida aunque hayan comprado las tierras de ellos , y aunque las rozas sementeras que en las dichas estancias se beneficiaran , están siempre apartadas de dicha legua de resguardo por todas parte” (Pág. 92)
La cita que hace José A Blanco de la Ordenanza 78  no solo testimonia como fue el modo de vida cotidiano y las actividades administrativas de los resguardos indígenas que caracterizo a las encomiendas de Tubará, Cipacua, Yaguaro, Paluato, Galapa, Usiacurí, Baranoa o Malambo, sino que es muy explícita cuando dice “queden los naturales resguardados en todas las tierras inclusas en la dicha legua medida como dicho es, y en las demás que por tiempo hubiera menester ingresar adelante siendo forzoso aunque sea fuera de dicho resguardo.”
En el caso de Tubará, todos los cultivos quedaban dentro de las medidas que correspondían a las tierras resguardadas, donde debió existir una parcela por cada familia que habitaba la parcialidad, lo que explica la existencia de las terrazas agrícolas localizadas en el cerro El Llano y que en el actual Barrio Yaguaro al Suroccidente de la población urbana.

DISOLUCION DEL RESGUARDO INDIGENA EN EL TERRITORIO MOKANA DE TUBARÁ
 Causas de la disolución
Una de las causas que llevó a la disolución del resguardo indígena de Tubará estuvo condicionada por intereses de la clase capitalista industrial, comercial y agropecuaria de la Provincia de Barranquilla que empezó a gestar un pequeño grupo de la élite aristocrática de la progresista urbe de la Arenosa (Barranquilla) a mediados de la década de los años 70 del siglo XIX.
El proceso de la disolución del resguardo indígena de Tubará se dio progresiva y sistemáticamente. Se inició con la presentación de una  petición o propuesta planteada por la clase política del gobierno del Estado Soberano de Bolívar al cuerpo de legisladores de Cartagena de Indias.
El documento presentado calendado el 18 de agosto de 1.878, (Diario de Bolívar) inicialmente describe una visión general de la situación socioeconómica dando cuenta del comercio como la actividad económica principal de la industria establecida en la Provincia de Barranquilla entre otras, el acueducto, fabrica de azúcar, aceite de toda clase de frutas, mercado, alumbrado público y la fábrica de jabón pino del señor Francisco J. Palacio los que jalonaron el desarrollo socioeconómico de la Provincia de Barranquilla.
Argumentan justifican el hecho que en la Provincia de Barranquilla “no cuenta con terrenos suficientes para establecer la ganadería extensiva, ni preparación de nuevos terrenos para la siembra de papa y otra producción agrícola”.12
La clase dirigente y comerciante e industrial de la Provincia de Barraquilla proponen al “Cuerpo de legisladores impuesto como es natural de suponerse, sobre todo lo relacionado con la tierra, de una medida salvadora en el sentido de proporcionar a los Distritos aquellas tierras mas propias para establecer crías de ganado i que en la actualidad muchas de ellos se encuentran en poder de los agraciados o favorecidos que poseen los que hoy se llama resguardo de indígenas , debido a la cesión que los terrenos hizo Fernando VII” 13
La clase política de la Provincia de Barranquilla justifica la petición argumentando aparte de la inconstitucionalidad que envuelve las disposiciones establecidas en ese sentido, hai el abuso de que las personas pudientes en los Distritos hacen de esos terrenos teniendo en apoyo de sus elucubraciones la necesidad e ignorancia de la jentes que las poseen” 14
La parte final del documento petitorio hace énfasis en el objetivo primitivo de la ley  que cede a los indígenas los terrenos para su elaboración, cuidado, desarrollo y que pasada la revolución de la independencia, el Congreso Granadino no expidió una ley acertando el propuesto de la ley española sino a repartir los terrenos prometidos. En ese sentido consideran que Simón Bolívar por no efectuar el reparto i de allí ha venido que arbitrariamente los agraciados tomen los terrenos a bien que tuvieran, es pues  necesario que el cuerpo legislativo expedia una lei que señale a los propietarios que tenga los títulos del caso la magnitud de los terrenos, i n caso de que no existan los títulos de propiedad de la lei ordena deja a las municipalidades respectivas el uso de los terrenos ya conocidos con el nombre de resguardos de indígenas” 15
Lo paradójico del caso es que uno de los personajes de la diligencia política comercial e industrial era uno de los hermanos Palacio Vargas, militar de provincia.
No sabemos qué efecto positivo produjo en el cuerpo legislativo del gobierno de Cartagena la petición o propuesta del gremio de comerciantes e industriales de la élite política de la Provincia de Barraquilla; lo cierto, se inició la disolución de vacante las tierras del resguardo indígena de Tubará y una década después éstos fueron declarados tierras vacantes por el juez primero del circuito de la Provincia de Barraquilla y puesto en subasta pública para el remate al mejor postor. Cabe destacar que el Juez de Barranquilla era GREGORIO PALACIO VARGAS, hermano de MANUEL MARIA Y RAFAEL MARIA PALACIO VARGAS, quien a la postre aparece el primero como comprador  y el segundo como el que denuncio la vacancia ante el Juzgado y coicidencialmente los tres eran Generales de la República.
La Vacancia y compra de los terrenos del resguardo indígena de Tubará  la hicieron dolosamente (Ley 89 de 1.890) los hermanos  Gregorio, Rafael María y Manuel María Palacio Vargas y vendieron posteriormente al Distrito Municipal de Tubará por cuatrocientos pesos oro y se reservaron el uso y derecho del subsuelo de los terrenos del Resguardo por que ya habían descubierto petróleo y minería.

Las Parcialidades Indígenas Mokaná de Tubará y sus anexidades: Puerto Colombia, Bajo Ostión, Morro Hermoso, Juaruco, Puerto Caimán, Corral de san Luís, Cuatro Bocas y Guaimaral  en el Departamento del Atlántico, con una población de aproximadamente 10.000 Indígenas, solicitamos al INSTITUTO COLOMBIANO DE DESARROLLO RURAL “INCODER” atender nuestra petición de Reordenamiento de nuestro Resguardo de Origen Colonial, teniendo como fundamento de Derecho nuestra Autonomía Jurisdiccional establecida en el Art. 246 y Art. 63 de nuestra CONSTITUCION POLITICA DE COLOMBIA, ya coordinada por el CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA y la participación de la ORGANIZACIÓN NACIONAL INDIGENA DE COLOMBIA sobre el Sistema de jurisdicción Nacional y el Sistema de Jurisdicción Especial Indígena.



REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:


1. Censo de 1.777 de García Turín Juan, en, José A. Blanco Barrios, Atlántico y Barranquilla en la época colonial, ediciones gobernación del Atlántico, 1.994
2. Arch. Notaria Primera de Bquilla, Escritura Pública de Tubará, Bquilla Dic. 31 1.886
3. Arango Raúl y Sánchez Enrique, Los pueblos indígenas de Colombia 1.997, pág. 209 Edic, Dpto. Nal de planeación 40 años Bogotá D.C 1.998
4. Hernández Rodríguez Guillermo, De los Chibchas a la colonia y a la república, pág. 300
5. Ibíd., pág. 301
6. Mendoza Castro Clemente, Evolución  histórica del l Tubará, inédito sin publicar, pág. 29 Bquilla 2.005
7. González Margarita, El resguardo en el Nuevo Reino de Granada  Ediciones La Carreta Santa fe de Bogotá D.C 1.970
8. Op cit, pág. 303
9. Op cit, pág. 300
10. Blanco B, José A Blanco, Tubará encomienda mayor de Tierradentro, pág. 89, Ediciones CAJA, colección investigaciones y memorias Pontificia Universidad    Javeriana Bogotá D.C 1.995
11. Óp. Cit  pág. 94
12, Ibíd., JAB  pág. 94
13. Diario de Bolívar, Informe del gobernador al presidente del Estado Soberano de Bolívar, enciso III 189, folio 1.391, agosto 1.878 No 1.956
14. Ibíd., folio 1.391
15, Ibíd., folio 1.3


DIGNO SANTIAGO GERONIMO
Gobernador Mayor, Consejero de la Regional Indígena Mokaná del Atlántico
Juez Natural de la Red-Jurídica Defensora de los Derechos de los Pueblos Indigenas de Colombia



4 comentarios:

  1. Interesante aporte solo falta las fuentes donde se extrajo la información ,si la tienen a la mano se los agradecería que lo publicarán , ya que estoy trabajando en el ser mokana , gracias.

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  2. Francisco J. Palacio, no era Vargas, sino: Rada, en su Apellido Materno

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  3. Hola Jenifer, muy buena información y material de consulta, pero hay otras localidades Mokaná, interesante para investigar,

    saludos

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  4. Hola, dónde puedo encontrar más información de la etnia mokana. Soy descendiente de la etnia pero no sé nada de ella y estoy muy interesada en todo lo relacionado con ella.

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