REPÚBLICA
DE COLOMBIA
DEPARTAMENTO
DEL ATLANTICO
TERRITORIO DE TUBARÁ
CARACOL MARINO TOTEM
DE LOS INDIGENAS MOKANÁ
CONSEJO DE AUTORIDADES TRADICIONALES
INDIGENAS MOKANÁ DEL RESGUARDO COLONIAL DE TUBARÁ DEPARTAMENTO DEL ATLANTICO,
AFILIADO A LA ORGANIZACIÓN NACIONAL INDIGENA DE COLOMBIA O.N.I.C. SEGÚN
RESOLUCION No.002 DEL 1º. DE JULIO DEL 2000. Y TRAMITE EN EL MINISTERIO DEL
INTERIOR (ASUNTOS INDIGENAS)
LEY 89 DE 1890; DECT. 2164 DE
1995.
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TUBARÁ RESGUARDO
DE INDÍGENAS MOKANÁ DEL DEPARTAMENTO DEL ATLÁNTICO
“ENCOMIENDA MAYOR DE
TIERRADENTRO”
ANTECEDENTE
HISTORÍCO – JURÍDICO Y JUSTIFICACIÓN DEL RESGUARDO DE INDIGENAS DE TUBARÁ
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PROPUESTA Y JUSTIFICACION PARA EL REALINDERAMIENTO Y RATIFICACIÓN DEL
“RESGUARDO DE INDIGENAS DE TUBARA”,
TERRITORIO ANCESTRAL MOKANÁ DE ORIGEN COLONIAL.
Los
Indígenas Mokaná tradicionalmente hemos ocupado los territorios antes y después
de la invasión española, siempre consideramos que cada Clan que existe sobre la
madre tierra, se le asigno desde un principio un territorio propio, usos y
costumbres y una lengua que nos diferenciaba, nuestra Cosmovisión siempre está
dirigido a la Madre
tierra, Madre naturaleza o Madre pensamiento, como esencia de toda la creación,
el centro del mundo Mokaná aún está en KAMAASHJORHÚ,
Centro Sagrado y Ceremonial donde el Gran Espíritu unió el Agua, el Aire y la Tierra , para crear al
hombre Mokaná y entregarle el Fuego como elemento Sagrado de la creación. Ahí está
la Piedra Sagrada
o Piedra de la Ley Mayor ,
refleja la Divinidad
de la Naturaleza
o pensamiento Creador de nuestro Dios
HÚ, que ha de seguir de generación
en generación. El pensamiento Mítico Mokaná comunica la existencia a través de
las Deidades relacionadas con el espíritu Creador de la Naturaleza , la
fecundación de la especie y los ritos de la fertilidad como dinámica de la
creación: Vida – Muerte – Vida
expresado en el Rito de la
Iniciación , el proceso revitalizador de su conciencia y
Espiritualidad.
En el
ser Mokaná impera un animismo manifiesto en nuestras Creencias de que todas las
cosas tienen existencia vital; igualmente un pensamiento totemista centrado en
la existencia primigenia a través del nacimiento de un animal o planta.
Piedra
Pintá como comúnmente la llama la
Comunidad mayoritaria, no es otra cosa que un libro sagrado
tallado en piedra arenisca del terciario o Arte rupestre Mokaná en donde los
Ideogramas en bajo relieve zoomorfos y antropomorfos, que representan el mito
del Dios HÚ o Divinidad de la
naturaleza, está localizada en la parte superior derecha de la piedra. Es
antropomorfa relacionada con el cultivo de la
yuca y el maíz. Divinidad a quien ofrendaban nuestros Ancestros por las
bondades que brindaban la naturaleza a la Comunidad Mokaná.
El
Centro del Mundo Mokaná conocido como KAMAASJORHÚ,
es donde mora el Espíritu Sagrado del gran
DÍOS HÚ, en nuestra Cosmogonía
Mokaná es considerado como la triada: Cielo
– Tierra – Infierno o mundo de las tinieblas, lo consideramos lugar sagrado
porque allí comenzó la Vida ,
nuestro Mundo, el Árbol vital como momento histórico de la Creación Indígena.
Actualmente
para llegar al sitio Sagrado de Iniciación no es fácil, su camino es difícil y
accidentado; representa la dificultad de encontrarse asimismo con la identidad
del ser, con el yo o conciencia interna.
La ruta para llegar a la Piedra
es tortuosa porque significa el paso de lo mundano a lo Sagrado. El camino que
conduce al Rupestre Mokaná es quebrado y rocoso, su ascenso y descenso, implica
una consagración de la vida material a la vida espiritual, de la conciencia
externa a la conciencia interna, se conciben los elementos opuestos de la
naturaleza del hombre asociando vida material opuesta a la muerte o vida
celestial como la transgresión de lo humano a lo Divino.
Nuestros
Antepasados Ancestros debieron experimentar una sensación de peligro al
ascender el manto rocoso de Morro
Hermoso hasta llegar a KAMAASHJORHÚ, pero valía la pena el sacrificio
porque significaba una consagración en busca de una nueva vida tanto material
como espiritual, afirmando nuestra creencia que en ese lugar siempre se repite
el momento de la Creación
de nuestro Mundo, mitificando siempre la Divinidad de nuestro Gran creador Dios HÚ, el Tiempo, el Espacio y la Vida.
Nuestros
Rituales o pagamentos los realizamos en ese lugar, más alto para nuestro mundo
en tiempo Sagrado; momento originado por una deidad, es decir, que en KAMAASHJORHÚ se originó el Ritual
primigenio por el espíritu de HÚ o Creador del <Mundo para los Mokaná>. Seguiremos en la lucha por la
recuperación de nuestros territorios. Ese es nuestro Mundo! – Nuestra Creencia!
y Pervivencia que seguirá de Generación en Generación y seguiremos buscando el
equilibrio y pervivencia de la
Humanidad como principio Ancestral de vida colectiva dentro
del Orden y la
Ley Mayor de Origen.
IMPORTANCIA ARUQEOLOGICA DEL REPUESTRE MOKANA
(Cosmogónica
elementos míticos)
Los
ideogramas del rupestre Mokaná simbolizan aspectos cotidianos del hombre su tribu, en él nuestros ancestros plasmaron
escenas antropológicas, soteriológicas y cosmogónicas indicando su ubicación
geoastronómicas entre el macro y microcosmos.
El Mokaná al hacer uso del mensaje simbólico comunica
sus pensamientos producto de la
experiencia con el medio circundante, llevándolo a comprender su importancia como ser de la naturaleza en
el cosmos; manifestando aspectos de su
vida material y espiritual que incidieron en la conciencia comunitaria de la
tribu.
La simbología Mokaná expresa una comunicación
espacio-temporal relacionada con la naturaleza y sus vidas. En el primero
facilita la forma de ordenar su realidad dentro del microcosmos.
El segundo permitió comprender la existencia humana
(antropocéntrica) en los ritos de iniciación, y el culto a sus deidades.
Los ideogramas están relacionados con elementos de la
naturaleza: cielo, sol, luna, fuego, fenómenos meteorológicos, tierra, y el
mismo hombre mokana; es decir, vinculados al cosmo-naturaleza-hombre a trabes
del cual se manifiesta la vida humana, sus vivencias y ubicación en el
microcosmos.
Los pueblos primitivos creyeron que el sitio sagrado
donde se realizaban ritos de iniciación era el centro del mundo. En la
concepción del mundo aborigen “el centro del mundo puede ser una montaña, o
laguna...para los inca fue el Cuzco, para los Muiscas la laguna de Guatavita,
para los kogi la laguna Naboda, y para los Mokaná, el centro del mundo es el cerro
punta Morro hermoso (arroyo de camassjorhú) donde mora el espíritu sagrado de
Hú” en IPÁ-PURASHI. (Piedra sagrada)
En su cosmogonía lo interpretaron como la triada:
cielo,-tierra,-infierno o mundo de las tinieblas. “la pictografía
(pintura sobre piedra) y los petroglifos (piedras grabadas en Bajo relieve
cumplieron un papel imprescindible en la comunicación aborigen, Era una manera
de graficar acontecimientos para rememorarlos, trasmitirlos al futuro. Las
imágenes pintadas o grabadas adquirieron un carácter simbólico ligados a las
condiciones del medio ambiente, la religión
y sociedad”.
Los
ideogramas no fueron tallados como arte o expresionismo recreativo; sus
representaciones naturistas geométricas
fueron talladas con una connotación mítica-mágico-religiosa en su mensaje.
Tienen un sentido antropológico, e histórico que responde como en el caso
Mokaná a las necesidades socioeconómicas de la tribu que basaron su
cotidianidad laboral en la pesca, caza y en la incipiente agricultura
precolombina.
Los
ideogramas del rupestre Mokaná expresan un mensaje sagrado, ritual y cultural
de la organización social de nuestra tribu. Tiene un carácter simbólico
relacionado con la vida material y espiritual.
Como
tribu primitiva precolombina plasmaron en la piedra actividades socioeconómicas
de la cual dependía su subsistencia cotidiana incluida la ceremonial. El
conjunto de ideogramas representa en su totalidad una interpretación del mundo
en forma abstracta, “indicando que habían superado culturalmente la fase de
recolección de frutos y raíces silvestres, encontrándose en la etapa o modo de
vida de la racionalidad agrícola”.
Nuestros
ancestros Mokaná tallaron en la piedra acontecimientos transcendentales e
importantes de la espiritualidad y cotidianidad para preservarlos a la
posterioridad.
Los
elementos como símbolos mitificados pueden tener una relación total o parcial
con el significado, captándose la presencia de lo sagrado en los rituales y
culto a las divinidades, lo que constituye un lenguaje religioso.
Piedra
pintá como se conoce popularmente en la región del Morro, por su contenido
tiene valor arqueológico, antropológico, cognoscitivo, turístico e histórico
para Colombia que amerita su atención y conservación, aunque al final del siglo
XX perdure en el tiempo amenazada por empresas cementeras y olvidada,
desconocida por instituciones defensoras de monumentos arqueológicos; de
espalda a su valor y significado mitológico, ignorando su carácter sagrado, patrimonial
y manera de pensar e interactuar frente a la naturaleza para conservar su
equilibrio y medio ambiente ecológico.
Los Mokaná hemos consideraron sagrado a camassjorhú porque
allí comenzó la vida, el mundo, el árbol vital y el momento histórico de la
creación.
“la forma de llegar al sitio sagrado de iniciación no
es fácil, su camino es difícil y accidentado; representa la dificultad de
encontrase asimismo con la identidad de ser (con su yo o conciencia interna). La
ruta es tortuosa porque significa el paso de lo mundano a lo sagrado, de lo cotidiano al mejor
ejemplo de lo sagrado”. Ciertamente el camino que conduce al rupestre Mokaná
es quebrado, rocoso su ascenso y descenso.
Implican una consagración de la vida material a la
espiritual, de la conciencia externa a la interna. Nuestros ancestros concebían
los elementos opuestos de la naturaleza del hombre asociando vida material
opuesta a la muerte o vida celestial como la transgresión de lo humano a lo
divino.
Nuestros mayores indígenas mokaná debieron
experimentar una sensación de peligro al ascender al campo rocoso de morro
hermoso hasta llegar a camassjorhú, pero valía la pena el sacrificio porque
significaba una consagración en busca de una nueva vida tanto material como
espiritual, creyendo que en camassjorhú se repetía el momento de la creación
del mundo.
Convencidos del lugar sagrado creían que lo existente
en el entorno era creado por la divinidad de Hú, mitificando el
tiempo-espacio-vida. Veían en el rito de iniciación la repetición del origen
del cosmos de la vida.
“El ritual es realizando en sitio sagrado de camassjorhú,
lugar más alto para nuestro mundo, en un tiempo sagrado; momento originado para
la deidad,” es decir, en camassjorhú se originó el ritual primigenio por el
espíritu de HÚ o creador del mundo para los Mokaná.
En el
rupestre Mokaná se puede interpretar aspectos fundamentales de la organización
social primitiva relacionados con actividades y ceremonias rituales como
pagamento al espíritu ancestral de la tribu.
Es
indispensable comprender el significado de los ideogramas del rupestre Mokaná
para misionar retrospectivamente la organización social de los clanes
totémicos, norma social inherente en la tribu Mokaná-Arawak de Tubará.
CLANES TOTEMICOS EN EL RUPESTRE MOKANA
El tótem es símbolo de expresión de parentesco entre
miembros de un determinado grupo étnico relacionado fantásticamente con un
animal, planta o elemento de la naturaleza que sirve de fundamento cosmogónico
a la existencia del grupo e indica un proceso religioso.
La idea del tótem dio origen con el tiempo al culto
relacionado con animal, planta o fenómenos naturales incidiendo en la vida del
hombre primitivo.
“la tripartición fundamental son clanes de agua, tierra
y aire”, en el caso de la sociedad primitiva Mokana se observan en los
rupestres ideogramas relacionados con los clanes de agua, tierra y aire, cada
animal totémico corresponde a un clan; hasta el presente se identifican los
siguientes:
CLANES DE AGUA
Se
observan los clanes “Garza blanca de oropapía, patos de cornapacoa, pez de
Galapa, tortuga marina de Malambo y el caracol de mar de Tubará.
CLANES DE AIRE
Cataneja
de Yaguaro, Alcaraván de Piojo, cigarra de Wacaripana.
CLANES DE TIERRA
Culebra de Usiacurí, Puerco Espín de Sipacoa,
Venado de Irramapana, Oso Hormiguero de Baranoa.
Se observan en el rupestre Mokaná otros ideogramas
zoomorfos sin clasificar, sus clanes como saltamontes, murciélago, hormiga,
conejo.....
Desde el punto de vista social los ideogramas
responden a una codificación de la organización social Arawak a la cual pertenecían
étnicamente los Mokaná. Hay ideogramas zoomorfos, antropomorfos y asociaciones
lineales de un abstraccionismo geométrico.
Otros ideogramas simbolizaron: el equilibrio
comunitario, sus danzas rituales, laborias y ceremoniales, el sentido de
orientación y delimitación de su territorio.
Los
ideogramas antropomórficos responden a representaciones míticas e identidad
étnica del indígena Mokaná. La representación del indio sin pluma está
relacionada con el nombre de la tribu, e indica la identidad cultural del
hombre y su comunidad de no adornarse con plumas para distinguirse de otras
tribus circunvecinas distintas a su etnia.
Desde el
punto de vista geoastranomico se observa un ideograma indicando la orientación
y delimitación de su espacio geográfico, comunicando su pensamiento de lo
opuesto en el conocimiento relacionado entre la sociedad primitiva y la
naturaleza.
El
Mokaná con su experiencia cognoscitiva y sensorial aprendida del medio natural,
comprendió el sentido de lo opuesto en la naturaleza y lo aplico a la sociedad.
El
ideograma está formado por dos semicírculos, dos líneas horizontales, unas más
largas que la otra, una vertical que parte de la línea superior y atraviesa los
semicírculos por el centro. Los semicírculos indican lo lados derecho e
izquierdo de su territorio. la línea horizontal señala los limites arriba-abajo
del territorio relacionado con el mar Caribe (pará en su lengua)el río
Magdalena.
El ideograma
puede asociarse con los puntos cardinales, sur, este, u oeste, que para ellos
eran: arriba, abajo, derecho e izquierda.
La línea
vertical indica el etnocentrismo de la tribu o el centro del mundo en vivieron
los Mokana.
El
ideograma de círculo en espiral representa un sol al cual rendían culto los
Mokana e indica el depositario de sus mitos, y el tiempo espacio infinito
concebido en su cosmogonía.
“Las
representaciones geométricas grabadas por los Mokaná expresan ideas abstractas
de su pensar relacionado con la realidad”; es decir, grabaron la memoria
cultural de su comunidad con un sentido sagrado, el origen de su tribu, su
visión del mundo los acontecimientos
considerados sagrados.
Los
ideogramas zoomorfos y antropomorfos indican la presencia de clanes totémicos
de la tribu ante su deidad creadora.
PENSAMIENTO MITOLOGICO MOKANÁ.
El mito
es el primer atisbo del pensar y comunicación primitiva en la conciencia del
hombre como conocimiento ingenuo o fantástico de ver la realidad natural, con
su imaginación creó una serie de deidades dándole forma corpórea viviente para
explicarse el origen de las osas y de sí mismo.
“Los
mitos relatan no solo el origen del mundo, los animales, plantas y hombre sino
acontecimientos primordiales de los cuales el hombre ha llegado a ser lo que es
hoy. Si el mundo y el hombre existen es porque los seres sobrenaturales
desplazaron una actitud creadora en los comienzos”.
Con su
limitado conocimiento de los fenómenos naturales razón de la existencia humana crearon
deidades mitos a quienes rindieron culto, sacrificios y mitificaron elementos
de la naturaleza como el sol, la luna, viento, lluvia otras fuerzas naturales que conforman la base
de la mitología precolombina.
El
pensamiento indígena Colombiano “es por esencia mitológico. En algunos pueblos
de cultura superior como la Maya ,
Inca, Chicha (Tairona también), desarrollaron sistemas religiosos estructurados
para explicar el origen del hombre de
las cosas, las causas de fenómenos naturales”.
El
pensamiento Mokaná fue sin duda mitológico, plasmado en dos ideogramas, el
sentido sagrado de sus deidades. El Mokana al rendir culto a su espíritu
ancestral (Dios primigenio) represento en el petroglifo el animal totémico con
el que se identifico el clan al cual pertenecía.
En
Colombia “todas las culturas primitivas y antiguas fueron totemistas y
adquirían características de religión alrededor de ellas se desenvolvía su vida
social y espiritual”.
Nuestros
indígenas creyeron en la inmortalidad del alma, del mismo modo los Mokaná
creían en una divinidad o espíritu de sus antepasados a quienes veneraron,
creencia que contribuyo a mitificar el origen de la creación de sus clanes mediante el poder de un ser inteligible
superior de la naturaleza que llamaron en su lengua Arawak: HÚ o espíritu
creador.
La
divinidad de la tribu al ser considerado espíritu de la naturaleza, era el
creador de los opuestos, categoría cultural existente en la organización social
de sus clanes.
El mito
que origino los clanes debió ser demasiado importante para los Mokaná y
posiblemente formo parte de la historia sagrada de su comunidad. El mito
principal representa el cultivo de yuca y maíz relacionado con la cosmología y
su influencia ancestral (sol y luna).
Los dos
ideogramas antropomorfos identifica la mitología Mokana que corresponde al mito
de la creación y fecundación, mitos que evidencian la actividad de la
agricultura precolombina Mokaná al momento del primer contacto indohispanico en
su territorio para la primera década del siglo XVI.
MITO DE HU O DIVINIDAD DE LA NATURALEZA
El
pensamiento mítico Mokaná comunicaba la existencia a través de sus deidades
relacionadas con el espíritu creador de la naturaleza, la fecundación de la
especie y los ritos de fertilidad como dinámica de la creación:
nacimiento-muerte-nacimiento, expresando en el rito de iniciación el proceso
revitalizador y regenerador de su conciencia y espiritualidad.
En la
conciencia Mokaná imperaba un animismo manifiesto en sus creencias de que todas
las cosas tenían existencia vital; igualmente un pensamiento totemista centrado
en la existencia primigenia a través del nacimiento de un animal o planta.
Puede
deducirse la práctica mágica-religiosa de un chamanismo Mokaná ejercido aun
durante la colonia, como describió el cura doctrinero Luis Beltrán cuando
evangelizo a las comunidades de Cipacoa, Tubará, Paluato, Yaguaro y otras entre
1562 a
1565 (segunda mitad del siglo XVI).
El
ideograma que representa el mito de Hu o divinidad de la naturaleza está
localizado en la parte superior derecha de la piedra. Es antropomorfo
relacionado con el cultivo de yuca y maíz. Divinidad a quien ofrendaban por las
bondades que brindaba la naturaleza a la comunidad.
Del
cuerpo salen hacia arriba ramificaciones dando la idea de la forma como crece
la yuca. Los dedos de la mano derecha están representados por ramificaciones y
cubiertos por un ángulo, indicando la frondosidad de la planta. De su mano
izquierda también termina ramificada, de la cabeza sale un tallo corto y grueso
con una semilla de maíz a su lado representando a este vegetal e indicando la
existencia de la divinidad del cultivo de yuca y maíz.
MITO DE LA FERTILIDAD O DIVINA
FECUNDADORA
Es un
mito secundario o deidad de la fertilidad, localizado al costado izquierdo del
mito principal. Los Mokaná creyeron y creen percibir en esta divinidad los
diversos aspectos de la vida, relacionando con la fecundación y fertilidad de
la naturaleza.
El
ideograma es antropomorfo que a diferencia del anterior carece de rostro,
conserva el ángulo de la frondosidad vegetal con unas semillas debajo. de su
parte inferior salen dos líneas rectas, una vertical y otra horizontal
relacionadas con el pene, símbolo fecundador de las especies animales o
divinidad de la fertilidad de la naturaleza.
De las
extremidades inferiores salen hacia arriba sendas ramificaciones indicando el
crecimiento de la planta de yuca. Tanto la yuca como el maíz fueron plantas
mitificadas o sagradas de subsistencia para la vida cotidiana Mokaná.
SIGNIFICADO MITOLOGICO DE CAMASSJORHÚ
El
rupestre Mokaná se localiza en el arrollo de camajorhú, lugar que aún conserva
una vegetación de bosque seco tropical de aspecto sombrío, apacible tranquilo donde se escuchan cánticos de aves
silvestres en su hábitat natural y se percibe el fresco susurro del viento libre de contaminación, el área no presenta
tala de vegetación en su entorno.
La
piedra geológicamente es una roca arenisca del terciario con incrustaciones de
fósiles del mioceno inferior; la piedra esta inclinada en el antiguo suco del
abrigo rocoso camassjorhú.
En
tiempo prehispánico debió ser un arroyo con fuerte corriente cristalina de agua que los Mokana llamaron en
su lengua “KAMASSHJORHÚ” que significa “Es tranquila la esquina de Hú”.
Kamassh
significa eterno, duradero o tranquilo. Jor significa rincón o esquina y Hú
significa sagrado, divinidad.
Camassjorhú
representa un lugar sagrado espiritualmente de veneración de ceremonias rituales de iniciación. Era y
es el centro del mundo para los Mokaná.
Lugar
donde moraban los espíritus de las divinidades de sus antepasados; por tal
razón lo consideran un lugar sagrado de paz, de tranquilidad de meditación ancestral.
Los
indios Taínos llamaron a su divinidad suprema “YUCAHU VAGUA MAROCOTI”
relacionado con el cultivo de yuca.
La
presencia del morfema Hu en la lengua que hablaron los Taínos como la hablada
por los Mokana sin lugar a dudas está relacionada porque étnica lingüísticamente era de origen Arawak.
El mito de HÚ en los Arawak como divinidad
suprema era inmortal que descendía de una madre sin principio e invisible.
El
rupestre Mokaná patrimonio arqueológico de Colombia, es testimonio olvidado y
desconocido conservando la memoria cultural, mítica y socioeconómica de
nuestros ancestros, legando su pensamiento mítico y el respeto por la
conservación de su medio ambiente ecológico. Y hoy en la empresa de cementos
del Caribe se interesa por la explotación del yacimiento calizo que existe en el área donde se
localiza el petroglifo precolombino Mokaná.
COMPRESION
DE TERRITORIO EN LA COSMOVISION
INDIGENA MOKANÁ
Las comunidades indígenas de Colombia, igual que
otras en el contexto latinoamericano tienen una comprensión de su territorio
bajo un enfoque desde su propia
cosmovisión ancestral, producto de su herencia cosmogónica que por generación
ha hecho parte del patrimonio cultural
que los identifica.
Para el caso de los Mokaná del periodo prehispánico esta concepción del
mundo de comprender el significado espiritual y sagrado de su territorio estuvo
presente en su conciencia y acciones hacia la conservación y valoración de su
territorio ancestral, como la tuvieron los Tairona, Chibchas o Arawak en el pasado, o como la tienen en la
actualidad los grupos étnicos indígenas que habitan la sierra nevada de santa
marta, los actuales Wayúu, Emberas o los de la Amazonia Colombiana.
Para comprender el concepto o cosmovisión que se
tiene de territorio hay que recurrir al mito ancestral; en ese sentido es
válido afirmar que “el territorio tradicional
que ancestralmente pertenece al ámbito de sus actividades y que no
requiere necesariamente de titulo escrito para gozar de protección jurídica.”
(Pag 46 en Emberàs, Territorio y Biodiversidad, Hernández Camilo). Para el
indígena Arhuaco, Rubiel Zalabata
especializado en lengua americana y étnolenguista de la Universidad de los
Andes, considera el “territorio indígena como campo espiritual donde se
construye el pensamiento y se dinamiza la cultura” (en Charla sobre la
cosmogonía Arhuaca, Pueblo Bello julio 2.000), porque todo territorio
ancestral y la biodiversidad que hay en
él es sagrada, se relaciona con el
conocimiento, se habita con respeto, considerándolo inalienable, no enajenable
a la luz de la cultura civilizada, la tierra es madre porque da vida a humanos
y a otros seres de la naturaleza, de ahí el alto sentido ecológico y ambiental
que se tiene con los ecosistemas.
Este concepto o comprensión estuvo presente en el
pensamiento indígena mokana de Tubará y no escapo a su conciencia y mentalidad,
tanto en el periodo prehispánico colonial y aun perdura en consciente e
imaginario de sus actuales descendientes contemporáneos que habitan aun parte
de su territorio ancestral.
Desde la mirada antigua del territorio, éste parte
de los mitos de origen que se convierten en orientadores de las vidas de los
indígenas de acuerdo con el contexto histórico, social y económico en el que se
desenvuelven.
Lo que siempre está presente es la vida de la gente,
de los animales, de las plantas, de los árboles, de los ríos, montañas , todo
lo que existe en el territorio tiene vida y se mueve en una dinámica permanente
entre los diferentes mundos que manejan los pueblos indígenas” (Grupo semilla),
entendido y comprendido como la madre tierra o madre naturaleza, el territorio
o la tierra es sagrada para el espíritu y sentimiento del indígena tanto en el
pasado como en los tiempos moderno y contemporáneos.
HISTORIA DEL TERRITORIO MOKANÁ DE TUBARA.
En la evolución de territorio
Mokaná que en la actualidad se asienta el municipio indígena de Tubará, las
tierras de su entorno geográfico ambiental han pasado por unas transformaciones
que históricamente tiene como punto de partida
varios momentos.
Un primer momento, cuando la Corona Española mediante una
orden de Real Cedula, nuestro territorio
fue dado en encomienda al español Pedro
de Heredia en 1.543, durante el periodo inicial de la colonia en el Norte de
tierradentro, (Hoy Tubará Departamento del Atlántico) en el Nuevo Reino de
Granada.
El segundo momento en la delimitación de nuestro territorio
u ordenamiento aconteció cuando fue erigido Resguardo de Indios mediante la ordenanza No 78 expedida por el
Oidor visitador Juan de Villabona
Zubiaurre en 1.611, siglo XVII.
El tercer momento se corresponde al ser erejido en Distrito Municipal mediante una
Ley expedida por el Gobierno Provincial de Cartagena de Indias en el Estado
Soberano de Bolívar el 7 de Junio de 1.833 siglo XIX.
El cuarto momento en su delimitación territorial lo enmarca la
expedición de la ordenanza departamental No 86 de 1.961, expedida por la Asamblea del Departamento
del Atlántico en la sexta década del siglo XX, donde se definen los límites con
los municipios de Puerto Colombia y Baranoa.
Cabe reseñar que “el Virrey
Manuel Antonio Flórez introduce la reorganización u ordenamiento político
administrativo, crea el cargo de corregidor y juez
mayor, suspende las capitanías asguerras que había creado el virrey Sebastián
Eslava en Tierradentro, para ponerle fin
al desorden que reinaba por aquella época en la demografía del Partido de
Tierradentro.”1
El ordenamiento territorial
incluía parroquias, agregaciones y parcialidades en el entorno geográfico
espacial del Partido de Tierradentro que era uno de los cinco corregimientos
que integraba la gobernación de Cartagena de Indias.
El territorio Indígena de Tubará
en ese orden político administrativo pertenencia a los llamados pueblos de
indios con el nombre de San Joseph de Tubará, tenía como agregaciones las
parcialidades de Yaguaro y Cipacua.
Durante el siglo XIX el
territorio de los indígenas Mokaná de Tubará experimenta constante
modificaciones dentro del ordenamiento político administrativo las cuales
reseñamos a continuación:
En 1.812 formó parte del Cantón
de Barranquilla en calidad de agregación
En 1.824 integró el segundo
Cantón de Barranquilla en calidad de parroquia.
Por medio de la ordenanza No 10
del 1º de octubre de 1.852 asume la categoría de nuevo Distrito en el segundo
Cantón de Barranquilla.
Con el ordenamiento político
administrativo de la
Provincia en circuitos Tubará perteneció al primer circuito
con capital Barranquilla por medio de la ordenanza No 11 del 27 de octubre de
1.856.
Un año después por ley 13 de
noviembre de 1.857, la Asamblea Constituyente del Estado
Soberano de Bolívar dispuso dividir el territorio en cinco departamentos,
Tubará es categorizado Distrito y perteneció a la provincia de Sabanilla en calidad de Distrito Municipal.
Posteriormente en 1.859 Tubará
pasó a conformar la territorialidad de Soledad en calidad de agregación
mediante el decreto del 30 de julio de 1.859 expedida por la gobernación de
Cartagena.
Al año siguiente cuando el gobierno del Estado
Soberano de Bolívar mediante la ley del 27 de enero de 1.860 divide el
territorio en once provincias, la comunidad indígena de Tubará pasó a formar
parte del Distrito agregado a Barranquilla, con tres concejales al crearse los
cargos de gobernador, juez de Provincia, administrador de a Hacienda, notario
público con circuito electoral
En 1.863 el Distrito de Tubará se
le anexa el caserío de Boca de Caña, y las agregaciones de Ostión, Gavilán y
Cibarco.
Seis años más tarde por ley del
1º de noviembre de 1.869 perdió el caserío de Boca de Caña, conservó las agregaciones de Ostión y Cibarco.
En 1.872 el Distrito de Tubará
solo conservó las agregaciones de Ostión y Gavilán, porque la ley 9 de mayo de
1.872 eliminó la agregación de Cibarco
para anexarla a Baranoa.
Dos años depuse la ley 44 de
1.876, Tubará tenía en calidad de agregación a Guaimaral, Corral de san Luís,
Cipacua y Camassjorhú.
En 1.886; el Distrito de Tubará
contaba con las comunidades de Juan de Acosta, Saco, Corral
de San Luis, La Chorrera
y Todofierro, expedida por el decreto 312 del 4 de diciembre de 1.886 por el
gobernador de Bolívar
Al finalizar el siglo XIX el
Distrito de Tubará solo conservó las agregaciones de Chorrera, Corral de San
Luis, Gavilán, Juan de Acosta, Saco, Ostión, Todofierro; se anexó Camassjorhú y perdió a Guaimaral; pero la ley
55 de 1.892 agregó un Distrito a la Provincia de Cartagena.
En esa secuencia de inestabilidad
política administrativa durante el siglo XIX, el municipio indígena de Tubará
conservó su territorialidad en su mayor parte, pero perdió parte de ella en el
siglo XX.
La delimitación territorial de
Tubará conserva aún parte de su antigua y colonial legado ancestral como lo
reseña la escritura pública con tradición, expedida por la notaria primera de
Barranquilla del 31 de diciembre de 1.886.
En el siglo XX define los límites
actuales entre los municipios de Puerto Colombia Y Baranoa, mediante la
ordenanza No 87 del 28 de diciembre de 1.961 emanada de la Asamblea Departamental
del Atlántico.
DELIMITACION ACTUAL DEL TERRITORIO MOKANA
La delimitación territorial
permite establecer cuál es la extensión
del territorio y linderos del
Resguardo de Tubará.
La historia de la delimitación
parte de la época prehispánica con los primeros lugares poblados por nuestros
ancestros indígenas, con un dominio territorial que al momento del primer
contacto indo hispánico en el proceso de la conquista Herediana en el
territorio mokaná se extendía hasta las actuales tierras de los municipios de
Puerto Colombia, Galapa, Baranoa y Juan de Acosta.
Su espacio geográfico
sufre varias transformaciones en el transcurso de su desarrollo histórico hasta
su actual delimitación territorial a
principio del siglo XXI.
El Resguardo de Tubará
tiene las siguientes delimitaciones. Al Norte limita con el mar Caribe; al
Noreste con los municipios de Puerto
Colombia y Barranquilla; al Este limita con Juan de Acosta y Baranoa; al
Sureste limita con el municipio de Galapa; al Oeste limita con el mar Caribe y
al Suroeste con el municipio de Juan de Acosta.
El texto de la
escritura pública No 1 del 31 de diciembre de 1.886, se deduce que Tubará en el
contexto histórico a finales del siglo XIX era un poblado de indios.
¿Qué
se infiere con referencia a los sitios que sirven para identificar la
delimitación y linderos del Resguardo de Indígenas de Tubará?
En
primera instancia los sitios que servían de
marcación entre los terrenos de Tubará y los municipios colindantes eran
propiedad privada de dueños o condueños, en la actualidad son propiedades de
herederos descendientes de los primeros dueños, en otros casos los terrenos son de propiedad privada de personas
naturales, pero mantienen desde el punto de vista de la legislación indígena su
vigencia histórico-cultural ancestral, reconocido por la Constitución Nacional
como ente territorial de origen indígena que data del régimen colonial.
¿Que
permite deducir del manuscrito de la escritura pública con referencia a los
diversos sitios reseñados como puntos de límites en los linderos?
Inicialmente se
establece la limitación territorial del Resguardo. Desde el punto de vista
geográfico ambiental señala el relieve, su geomorfología localización,
extensión limítrofe con municipios circunvecinos, el cual describimos siguiendo los puntos cardinales:
De Norte a Este la
demarcación limítrofe parte de la desembocadura del arroyo caracol que tributa
sus aguas en épocas de lluvias en el mar, formando limite con el municipio de
Puerto Colombia , hasta el árbol de dividivi de la cruz del Carmen en el
municipio de Galapa Atraviesa en su delimitación a loma Rizota al norte del
municipio, loma Aguaviva en el suroeste de Puerto Colombia, toma la dirección
oriental de la ciénaga El Salao que sirve de límite con el municipio de
Barranquilla y Puerto Colombia, Galapa y Tubará.
De Este
a Sur , la demarcación limítrofe parte del árbol de dividivi en los limites
con el municipio de Galapa y atraviesa la carretera del algodón en el extremo Noreste
del Resguardo ; al este del Parcialidad de Cuatro Bocas atraviesa
el arroyo de Malemba el cual desemboca en la ciénaga Montañita en el municipio de Galapa; mas al Sureste el Resguardo
atraviesa el arroyo de San Luís , igual que el anterior desemboca en la ciénaga
Montañita , en su travesía en línea recta toca la serranía de Guimaral, la Mojana , Santa Rosa, loma
Santa Rosa; atraviesa el camino que une a Tubará con Cibarco y termina la
demarcación en el árbol Bongo de la
Quinta en las serranías del corregimiento de Cibarco. El
arroyo San Juan sirve de límite entre estos dos Pueblos.
De Sur
a Oeste, la delimitación se proyecta
desde el sur por las estribaciones de la loma de Morotillo atravesando el
camino que une a Tubará con Juan de Acosta; continua bordeando el arroyo de
Piedras demarcando límites entre el
Resguardo de Tubará y el Municipio de Juan de Acosta, en su proyección en línea recta atraviesa al arroyo de Juan de
Acosta hasta el mar en la desembocadura del arroyo Todofierro en los limites
con el corregimiento de Santa Verónica.
De Oeste
al Norte, la demarcación sigue toda la
costa del mar, partiendo de la desembocadura del arroyo Todofierro hasta la
desembocadura del arroyo Caracol en los límites con el municipio de Puerto
Colombia.2
CREACION
DEL REGUARDO EN EL TERRITORIO MOKANA DE TUBARA
CONCEPTO
DE RESGUARDO
El resguardo se define como " una
institución legal y sociopolítica de carácter especial conformada por una o más
comunidades indígenas que con título de propiedad colectiva goza de garantías
de propiedad, poseen un territorio y se rigen para el manejo de éste y su vida
interna por una organización autónoma amparada por el fuero indígena y su
sistema normativo propio”3
Esta institución socioeconómica instituida
por la Corona Española
" en una Parcialidad de Indígenas,
Seguramente una antigua tribu o clan, que
tiene o alega un derecho colectivo de propiedad sobre la tierra en que vive con
sujeción a yuxtapuestas normas de procedencia aborigen, colonial y
republicana" 4
El
resguardo es " una institución aborigen porque está constituido sobre la
masa humana de la parcialidad, de la tribu y de los clanes" 5.
Lo
anterior explica que los resguardos no podrán coexistir sino sobre la base
preexistente del clan o la tribu sobre la tierra.
En consecuencia " la propiedad
colectiva no significa siempre una explotación colectiva de la tierra. En el
resguardo que lleva en su seno
supervivencia de la época gentilicia, existe en la mayoría de los casos
una bifurcación ostensible entre la titulación jurídica y la situación técnica,
porque al derecho colectivo de propiedad corresponde una explotación individual
de la tierra" (p33)
En el caso particular del Resguardo de Tubará,
existe solo representado en el cabildo con autonomía propia, pero no la
propiedad colectiva de la tierra, sino como propiedad individual o familiar.
Sostiene Ost Cadequi " los resguardos indígenas inicialmente
se designaron con el nombre de reducciones, porque fue necesario reducirlos
para que vivieran en poblaciones. Más tarde se les llamo corregimientos porque
quedaron sometidos a la autoridad de un funcionario especial llamado corregidor
de pueblos de indios".
Los resguardos son rezagos de las antiguas
reducciones o corregimientos que lograron conservarse no obstante, la casi
completa extinción de la raza indígena en la mayoría de las colonias españolas
en América", lo cual en ese sentido “los
resguardos de indios no excluyen al de Tubará que es de origen colonial o
antiguo en Colombia.
CLASES DE RESGUADOS EN COLOMBIA.
Teniendo en cuanta las necesidades y el
origen histórico, se clasifican en " resguardo colonial y republicano
hasta 1.961, es decir, en resguardos antiguos y nuevos o posteriores a 1.961.
La génesis del resguardo de indígenas de Tubará y demás comunidades donde se
implementó esta institución socioeconómica son de origen colonial o antiguos,
lo que indica que " la institución jurídica del resguardo de tierras se
originó en el periodo colonial en Tierradentro (hoy Departamento del Atlántico)
en la segunda mitad del siglo XVI hacia 1.568" 6
ELEMENTOS BASICOS DE UN RESGUARDO
La conformación geopolítica de los
resguardos lo determinan "un
territorio delimitado, un título de propiedad comunitaria registrado, una o
varias comunidades que se identifiquen así mimo como indígenas, y una
organización interna que rija sus propias pautas culturales.7
Lo anterior caracterizó al resguardo
indígena de Tubará y los que existieron en el periodo colonial. Hoy el legado
ancestral del territorio son propiedades privadas de particulares Tubareños o
de condueños, de personas o familias en municipios como Baranoa, Galapa,
Malambo y Usiacuri.
Conforme a lo dispuesto en el articulo 63 y
329 de la constitución Política tienen el "carácter
de inalienables, imprescriptibles e inembargables", criterio valido para
los resguardos antiguos o coloniales como el de Tubará, Galapa, Baranoa Malambo,
Piojó y Usiacuri. Igualmente validos para los nuevos o constituidos por el
INCORA (ley Agraria 135 de 1.961.
La argumentación "todos los aspectos de
la política de protección para el gobierno de la población indígena quedaron
plasmados en la institución del resguardo"8
Por lo
tanto los resguardos indígenas según la
Ley 89 de noviembre de 1.890 tiene por finalidad esencial
proteger y recuperar sus propiedades vernáculas. Su administración corresponde
a los cabildos de las parcialidades indígenas (p 29).
Los
propósitos y logros a largo plazo planificado por el cabildo indígena mayor de
Tubará se manifiesta en el reconocimiento reciente otorgado por la ONIG , según RESOLUCIÓN No.002
DEL 1° DE JULIO DEL 2000 y del Ministerio del Interior, según Oficio de la DGAI No.2053 de 1.999.
ORIGEN
JURIDICO DEL RESGUARDO EN EL TERRITORIO MOKANA
¿Cuál fue el origen jurídico de las tierras del
resguardo indígena de Tierradentro y cómo surgió el de Tubará?
Partiendo del argumento "los Resguardos
no se explican sino sobre la preexistencia de una propiedad colectiva del clan
o tribu sobre la tierra; la existencia de la propiedad comunal entre los indios
"9.
Se deduce que la organización de la colonia
implica según Guillermo Hernández Rodríguez un orden jurídico en todo el ámbito
del derecho público y privado y particularmente las tierras ancestrales.
Con ese criterio, la Corona española " hizo
adjudicaciones de tierra a los indios a través de donaciones, repartimientos,
composiciones y compras"(Hernández Pág. 30).
En el caso del Resguardo de Tubará, la
creación se remonta a mediados de la tercera década del siglo XVI cuando en el
Nuevo Reino de Granada se crearon los resguardos en todos los territorios de
las gobernaciones.
El resguardo de Tubará, igual a los de
Baranoa, Malambo, Galapa, Usiacuri o Paluato surgió en la encomienda en el
antiguo partido de Tierradentro con carácter social y comunal para trabajar la
tierra.
La creación u otorgamiento de las tierras
para el resguardo de indios de Tubará debió presentarse algún grado de
dificultad para ubicar las tierras resguardadas, porque no toda la tierra
ancestral estaba cultivada por los indígenas mokaná de Tubará con anterioridad
a la presencia de la autoridad y legislación española en el proceso de
colonización en Tierradentro.
Para especificar cuáles debían ser las
tierras de prioridad de los indios y cuales las otorgadas a españoles las
autoridades encargaban de esta función debían resolver oportunamente y sin
perjuicio para los indígenas mokaná de Tubará y de las otras comunidades.
Nuestros ancestros del periodo inicial de la
colonización desconocían el sistema de alinderamiento o amojonamiento para
definir la extensión de sus tierras, todas las consideraban heredadas y sin
fronteras, legadas de generaciones
pasadas, sostiene la historiadora Margarita González, criterio que no
escapó a la comunidad indígena mokaná de Tubará, Baranoa, Galapa, Malabo,
Usicacurí, Cipacua, Yaguaro o Paluato para la creación del resguardo.
Como era indispensable tanto para españoles
como para las comunidades indígenas poseer un título de propiedad que sirviera
de amparo a sus predios; la legislación española estableció no solo para
Tubará, sino otras comunidades tres tipos de propiedades o tierras dentro del
resguardo:
La “tierra para los indígenas o parcelas
familiares, la tierra para particulares o colonos y la tierras para la Corona o tierras
comunales”.
Bajo estos parámetros fueron otorgadas por
medio de títulos que tenían la especificidad de no ser un bien comercial, las
tierras del resguardo; tenían un significado diferente a la propiedad
particular, es decir, las tierras resguardadas quedaron prohibidas para ser
“arrendadas o vendidas por los indígenas y fueron asignadas para la explotación
agrícola”, de ellas derivaban el sustento familiar y para el tributo.
El procedimiento jurídico para la
organización del resguardo de indígena de Tubará fue el mismo que se aplico a
la creación de todos los resguardos en Tierradentro siguiendo la siguiente
formalidad:
1º.
La práctica de una visita por el Oidor (funcionario al servicio de Nuevo reino
de Granada), donde elaboraba un listado o padrón de la población indígena,
incluyendo la tributación o tasación que debían donar los indígenas en este
caso al encomendero residenciado en Cartagena de Indias
2º.
Se hacía
especie de un trabajo de campo donde se observaba toda la extensión
territorial de la encomienda ocupada por los indígenas Tubareños para verificar
la clase de sembrados que se cultivaba en la encomienda en la segunda mitad del
siglo XVI.
3º.
Recorrido por los linderos naturales de las tierras indígenas que decían ser
suyas de tiempos inmemorables y que había heredado de sus antepasados
precolombinos mokaná. Los funcionarios delegados para tal fin realizaban el
trabajo de campo etnográfico para avalar la delimitación territorial.
4º.
El Oidor en compañía del escribano, el cacique de la parcialidad de Tubará e
indígenas delegados por él y vecinos
libres informaban durante el recorrido, detalles del modo de vida de la
comunidad indígena de la encomienda y la extensión territorial.
5º.
Terminado el peritaje dejaban al cacique copia de la visita, especie de titulo territorial.
6º
Finalmente establecían en la encomienda el
amojonamiento de las tierras que habían sido delimitadas para el resguardo
indígena; de esa manera surgió dentro de la misma figura socioeconómica de la
encomienda, una nueva, la del resguardo.
ORGANIZACIÓN DE LAS TIERRAS DEL RESGUARDO INDIGENA DE TUBARA
De acuerdo con la formalidad debió estar
conformada por tierras para las parcelas de cada familia indígena de Tubará,
por tierras extensas para la explotación colectiva o comunal de cultivos para el pago del
tributo al encomendero y por tierras de pastos comunales destinadas para el
criadero de ganado como los hatos que tuvo el encomendero Álvaro De Mendoza en
Tubará.
Compartimos las deducciones del profesor
José A. Blanco cuando afirma “en la encomienda existía un centro de dirección
espiritual - administrativa en la iglesia doctrinara del resguardo de Tubara”,
es decir, existió un funcionario encargado de recolectar el producto agrícola y
tasar el Tributo en poder del indígena mayordomo.
En Tubará aun se conserva parte del muro de
la ermita o capilla doctrinara
construida por orden del fraile dominico Luís Beltrán y está localizada
dentro del cementerio municipal.*
No hay duda las encomiendas de Tierradentro
“fueron agrícolas y requerían una extensión territorial para sembrar el
producto con el cual satisfacer los indios su tributo” 10
Se deduce que en la encomienda de Tubará
existían tierras para la siembra del tributo y subsistencia de la comunidad
indígena, comprobada en las visitas de Oidores como la de Don Diego Narváez
practicada en 1.574 para rebajar la tasa del tributo, y la de Don Antonio
González practicada en 1.589 para rebajar la tasa de los indígenas tributarios
en la encomienda de Tubará.
Los anterior significa que “coexistían en la
encomienda tierras resguardadas considerándose como la institución
socioeconómica del resguardo indígena de Tubará en el régimen de la encomienda”
11
Se convalida el planteamiento con la cita de
José A Blanco al señalar que el Oidor visitador Juan de Villabona Zubiaure
redacto en 1.611 las ordenanzas 77 y 78, esta última da testimonio “con dichas
rozas
, labranzas, crianzas y comunidades queden resguardadas todos los naturales en
todas las tierras ocluidas en dicha legua, medida como dicho es, y en las demás
que por tiempo hubieren menester, adelante siendo forzoso aunque sea fuera del dicho resguardo,
porque en todas han de ser preferidos los indios sin que los dueños de las
dichas estancias se los estorben ni impida aunque hayan comprado las tierras de
ellos , y aunque las rozas sementeras que en las dichas estancias se
beneficiaran , están siempre apartadas de dicha legua de resguardo por todas
parte” (Pág. 92)
La cita que hace José A Blanco de la Ordenanza 78 no solo testimonia como fue el modo de vida
cotidiano y las actividades administrativas de los resguardos indígenas que
caracterizo a las encomiendas de Tubará, Cipacua, Yaguaro, Paluato, Galapa,
Usiacurí, Baranoa o Malambo, sino que es muy explícita cuando dice “queden
los naturales resguardados en todas las tierras inclusas en la dicha legua
medida como dicho es, y en las demás que por tiempo hubiera menester ingresar
adelante siendo forzoso aunque sea fuera de dicho resguardo.”
En el caso de Tubará, todos los cultivos
quedaban dentro de las medidas que correspondían a las tierras resguardadas,
donde debió existir una parcela por cada familia que habitaba la parcialidad,
lo que explica la existencia de las terrazas agrícolas localizadas en el cerro
El Llano y que en el actual Barrio Yaguaro al Suroccidente de la población
urbana.
DISOLUCION DEL RESGUARDO INDIGENA EN EL TERRITORIO MOKANA DE TUBARÁ
Causas de la disolución
Una de las causas que llevó a la disolución
del resguardo indígena de Tubará estuvo condicionada por intereses de la clase
capitalista industrial, comercial y agropecuaria de la Provincia de
Barranquilla que empezó a gestar un pequeño grupo de la élite aristocrática de
la progresista urbe de la
Arenosa (Barranquilla) a mediados de la década de los años 70
del siglo XIX.
El proceso de la disolución del resguardo
indígena de Tubará se dio progresiva y sistemáticamente. Se inició con la
presentación de una petición o propuesta
planteada por la clase política del gobierno del Estado Soberano de Bolívar al
cuerpo de legisladores de Cartagena de Indias.
El documento presentado calendado el 18 de
agosto de 1.878, (Diario de Bolívar) inicialmente describe una visión general
de la situación socioeconómica dando cuenta del comercio como la actividad
económica principal de la industria establecida en la Provincia de
Barranquilla entre otras, el acueducto, fabrica de azúcar, aceite de toda clase
de frutas, mercado, alumbrado público y la fábrica de jabón pino del señor
Francisco J. Palacio los que jalonaron el desarrollo socioeconómico de la Provincia de
Barranquilla.
Argumentan justifican el hecho que en la Provincia de
Barranquilla “no cuenta con terrenos suficientes para establecer la ganadería
extensiva, ni preparación de nuevos terrenos para la siembra de papa y otra
producción agrícola”.12
La clase dirigente y comerciante e
industrial de la Provincia
de Barraquilla proponen al “Cuerpo de legisladores impuesto como es
natural de suponerse, sobre todo lo relacionado con la tierra, de una medida salvadora
en el sentido de proporcionar a los Distritos aquellas tierras mas propias para
establecer crías de ganado i que en la actualidad muchas de ellos se encuentran
en poder de los agraciados o favorecidos que poseen los que hoy se llama
resguardo de indígenas , debido a la cesión que los terrenos hizo Fernando VII”
13
La clase política de la Provincia de
Barranquilla justifica la petición argumentando “aparte de la
inconstitucionalidad que envuelve las disposiciones establecidas en ese
sentido, hai el abuso de que las personas pudientes en los Distritos hacen de
esos terrenos teniendo en apoyo de sus elucubraciones la necesidad e ignorancia
de la jentes que las poseen” 14
La parte final del documento petitorio hace
énfasis en el objetivo primitivo de la ley
que cede a los indígenas los terrenos para su elaboración, cuidado,
desarrollo y que pasada la revolución de la independencia, el Congreso
Granadino no expidió una ley acertando el propuesto de la ley española sino a
repartir los terrenos prometidos. En ese sentido consideran que “Simón
Bolívar por no efectuar el reparto i de allí ha venido que arbitrariamente los
agraciados tomen los terrenos a bien que tuvieran, es pues necesario que el cuerpo legislativo expedia
una lei que señale a los propietarios que tenga los títulos del caso la
magnitud de los terrenos, i n caso de que no existan los títulos de propiedad
de la lei ordena deja a las municipalidades respectivas el uso de los terrenos
ya conocidos con el nombre de resguardos de indígenas” 15
Lo paradójico del caso es que uno de los
personajes de la diligencia política comercial e industrial era uno de los
hermanos Palacio Vargas, militar de provincia.
No sabemos qué efecto positivo produjo en el
cuerpo legislativo del gobierno de Cartagena la petición o propuesta del gremio
de comerciantes e industriales de la élite política de la Provincia de
Barraquilla; lo cierto, se inició la disolución de vacante las tierras del
resguardo indígena de Tubará y una década después éstos fueron declarados
tierras vacantes por el juez primero del circuito de la Provincia de Barraquilla
y puesto en subasta pública para el remate al mejor postor. Cabe destacar que
el Juez de Barranquilla era GREGORIO PALACIO VARGAS, hermano de MANUEL MARIA Y
RAFAEL MARIA PALACIO VARGAS, quien a la postre aparece el primero como
comprador y el segundo como el que
denuncio la vacancia ante el Juzgado y coicidencialmente los tres eran
Generales de la República.
Las Parcialidades Indígenas Mokaná de Tubará y sus anexidades: Puerto Colombia, Bajo Ostión, Morro Hermoso,
Juaruco, Puerto Caimán, Corral de san Luís, Cuatro Bocas y Guaimaral en el Departamento del Atlántico, con una
población de aproximadamente 10.000 Indígenas, solicitamos al INSTITUTO COLOMBIANO DE DESARROLLO RURAL
“INCODER” atender nuestra petición de Reordenamiento de nuestro Resguardo
de Origen Colonial, teniendo como fundamento de Derecho nuestra Autonomía
Jurisdiccional establecida en el Art. 246 y Art. 63 de nuestra CONSTITUCION POLITICA DE COLOMBIA, ya
coordinada por el CONSEJO SUPERIOR DE LA
JUDICATURA y la participación de la ORGANIZACIÓN
NACIONAL INDIGENA DE COLOMBIA sobre el Sistema de jurisdicción Nacional y
el Sistema de Jurisdicción Especial Indígena.
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS:
1. Censo de 1.777 de García Turín Juan, en, José
A. Blanco Barrios, Atlántico y Barranquilla en la época colonial, ediciones
gobernación del Atlántico, 1.994
2. Arch. Notaria Primera de
Bquilla, Escritura Pública de Tubará, Bquilla Dic. 31 1.886
3. Arango Raúl y Sánchez
Enrique, Los pueblos indígenas de Colombia 1.997, pág. 209 Edic, Dpto. Nal de
planeación 40 años Bogotá D.C 1.998
4. Hernández Rodríguez
Guillermo, De los Chibchas a la colonia y a la república, pág. 300
5. Ibíd., pág. 301
6. Mendoza Castro Clemente, Evolución
histórica del l Tubará, inédito sin publicar, pág. 29 Bquilla 2.005
7. González Margarita, El
resguardo en el Nuevo Reino de Granada Ediciones La Carreta Santa fe de Bogotá D.C
1.970
8. Op cit, pág. 303
9. Op cit, pág. 300
10. Blanco B, José A
Blanco, Tubará encomienda mayor de Tierradentro, pág. 89, Ediciones CAJA,
colección investigaciones y memorias Pontificia Universidad Javeriana Bogotá D.C 1.995
11. Óp. Cit pág. 94
12, Ibíd., JAB pág. 94
13. Diario de Bolívar, Informe
del gobernador al presidente del Estado Soberano de Bolívar, enciso III 189,
folio 1.391, agosto 1.878 No 1.956
14. Ibíd., folio 1.391
15, Ibíd., folio 1.3
DIGNO SANTIAGO GERONIMO
Gobernador Mayor, Consejero de la Regional Indígena Mokaná del
Atlántico
Juez Natural de la Red-Jurídica Defensora de los Derechos de los
Pueblos Indigenas de Colombia
Interesante aporte solo falta las fuentes donde se extrajo la información ,si la tienen a la mano se los agradecería que lo publicarán , ya que estoy trabajando en el ser mokana , gracias.
ResponderEliminarFrancisco J. Palacio, no era Vargas, sino: Rada, en su Apellido Materno
ResponderEliminarHola Jenifer, muy buena información y material de consulta, pero hay otras localidades Mokaná, interesante para investigar,
ResponderEliminarsaludos
Hola, dónde puedo encontrar más información de la etnia mokana. Soy descendiente de la etnia pero no sé nada de ella y estoy muy interesada en todo lo relacionado con ella.
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